El Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos devolvió este 1ro de octubre a Cuba a dos hombres y un menor, quienes intentaron salir del país de manera ilegal y fueron interceptados en el mar. Los adultos fueron trasladados a un órgano de investigación por presuntos delitos antes de su partida, mientras que el menor fue entregado a su madre.

Este retorno eleva a 74 las devoluciones desde distintos países de la región, con un total de 1,157 personas repatriadas en lo que va del año. Las autoridades reiteraron su compromiso con una migración segura y ordenada, advirtiendo sobre los peligros mortales de las salidas ilegales en embarcaciones precarias.

Muchos cubanos continúan arriesgando sus vidas en el mar en embarcaciones improvisadas, desesperados por escapar de la crisis económica, social y política que afecta a la isla. El deterioro de las condiciones de vida en Cuba, marcado por la escasez de alimentos, medicinas y servicios básicos, ha empujado a miles a asumir estos riesgos en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

Lanzarse al mar en balsas o embarcaciones inadecuadas es extremadamente peligroso debido a las condiciones climáticas impredecibles, las fuertes corrientes y la falta de equipos de seguridad. Las estadísticas muestran un aumento en las intercepciones y repatriaciones en los últimos meses, lo que refleja el alto nivel de desesperación entre los migrantes cubanos.

A pesar de las advertencias de las autoridades sobre los riesgos, la situación precaria en la isla sigue empujando a muchos a huir, incluyendo a menores que son involucrados en estos viajes peligrosos. Las políticas migratorias actuales de EE. UU., que buscan desalentar las salidas ilegales, chocan con la realidad de los cubanos que ven en estos viajes su única salida para mejorar sus vidas.

Es vital que tanto los ciudadanos como las autoridades tomen en cuenta los riesgos de estas travesías, ya que muchos pierden la vida en el intento.

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