El presidente autonómico de Groenlandia, Mute Bourup Egede, ha solicitado un respaldo internacional más firme ante lo que considera un comportamiento “intimidante” por parte de Estados Unidos, tras la confirmación de la visita privada de Usha Vance, esposa del vicepresidente JD Vance, a la isla.

Egede expresó su preocupación de que los aliados de Groenlandia permanezcan en silencio ante la creciente influencia estadounidense en el territorio. “Si no condenan con claridad la manera en que EE.UU. trata a Groenlandia, la situación se volverá más tensa y su presencia se intensificará”, declaró al diario Sermitsiaq.

La Casa Blanca confirmó que Usha Vance y uno de sus hijos estarán en Groenlandia entre el jueves y el sábado. Según el diario Jyllands-Posten, la acompañará Mike Waltz, asesor de Seguridad Nacional y una de las figuras clave en la política exterior de Trump, lo que sugiere que el viaje podría tener un trasfondo más allá del interés cultural declarado oficialmente.

Egede insistió en que la presencia de Waltz no es casual. “Es un mensaje de poder y un respaldo a la postura de Trump sobre Groenlandia. No podemos tomarlo a la ligera”, afirmó.

El reciente ganador de las elecciones parlamentarias en Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen, calificó la visita como una falta de respeto hacia la estabilidad política local, especialmente a pocos días de las elecciones municipales del 1 de abril.

Nielsen y Egede participaron recientemente en una manifestación en Nuuk contra la creciente injerencia de Washington, en la que cientos de ciudadanos expresaron su rechazo a cualquier intento de control externo sobre la isla.

Además, todos los partidos groenlandeses con representación parlamentaria firmaron una declaración conjunta reafirmando la soberanía del territorio y rechazando cualquier intención de EE.UU. de influir en su administración.

Mientras tanto, se ha revelado que una tradicional carrera de trineos con perros, evento destacado en la visita de Vance, recibió financiamiento del consulado estadounidense, lo que ha generado suspicacias sobre la intención detrás de este tipo de apoyos.

El viaje de Usha Vance se suma a la visita privada de Donald Trump Jr. a Nuuk en enero, lo que refuerza las sospechas sobre un renovado interés de la Casa Blanca en Groenlandia.

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