Graves deficiencias en los estadios cubanos amenazan la integridad de los peloteros
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 15 de junio de 2025

El reciente accidente sufrido por el jardinero Greison Pestana, durante un juego de la Serie Provincial de Béisbol en Pinar del Río, ha encendido nuevamente las alarmas sobre las pésimas condiciones en que se practica el deporte nacional en Cuba.
El joven pelotero, perteneciente al equipo pinareño, se estrelló violentamente contra un muro sin protección en el estadio "Jesús Corrales" de Mantua, sufriendo una conmoción cerebral y varias heridas. El impacto fue tan fuerte que provocó un silencio generalizado en el estadio, revelando la gravedad de la situación.
"La falta de colchones protectores en las paredes del terreno no es un simple descuido: es una muestra clara del deterioro sistemático de las instalaciones deportivas en la Isla" es la denuncia multiplicada entre jugadores y aficionados.
Mientras otras naciones invierten en la seguridad de sus atletas, en Cuba las condiciones se agravan año tras año, pese a que el béisbol sigue siendo promovido como el deporte nacional. Resulta contradictorio que un país con tan rica historia beisbolera no garantice los estándares mínimos de protección en sus instalaciones, exponiendo a los atletas a lesiones que pueden ser evitadas fácilmente.
El caso de Pestana no es aislado. Decenas de estadios en todo el país presentan condiciones precarias: gradas rotas, techos en mal estado, áreas de juego con baches y sobre todo la ausencia de protecciones adecuadas para los deportistas.
Este deterioro no solo pone en riesgo a los peloteros, sino que desmotiva al público y a las nuevas generaciones que sueñan con hacer carrera en el béisbol. En este contexto, la práctica del deporte más emblemático de Cuba parece estar librándose en un campo de batalla más que en un estadio.
"El abandono institucional del béisbol es evidente y los peloteros, a pesar de su talento y entrega, se ven obligados a jugar en condiciones que atentan contra su salud" opinan usuarios de facebook.
Por suerte, Pestana parece haberse recuperado tras el accidente pero, aunque todos nos alegramos, no debe ser usada esa recuperación como consuelo, sino como impulso para exigir medidas inmediatas que garanticen la integridad física de todos los atletas cubanos.
La pelota no solo se juega con pasión, también debe jugarse con dignidad y seguridad. Cuba no puede seguir ignorando este problema sin poner en peligro el futuro mismo de su deporte nacional y de sus protagonistas.