Las personas que mantuvieron contacto con los turistas italianos que dieron positivos al nuevo coronavirus SARS CoV-2 permanecen, según el oficialismo, en un centro de excelencia dentro del sistema de salud cubano.

Se trata de un lugar al que Granma llama la casona y fue construida en 1943 a un costado de la carretera que enlaza a la ciudad de Sancti Spíritus con el poblado de Zaza del Medio y ha sido convertida en centro hospitalario desde hace casi tres décadas.

“Única institución de su tipo fuera de la capital del país, la instalación dispone de una discreta capacidad de hospitalización, pero por su ubicación geográfica, su ambiente y sus características generales resulta un sitio aconsejable para establecer cuarentenas como las que impone la aparición de la COVID-19 en el país”, dijo el portal estatal.

Según explica, en todos estos años el centro hospitalario que tiene poco más de un centenar de trabajadores entre médicos, enfermeros, expertos en rehabilitación y personal administrativo, “ha trabajado para aliviar secuelas derivadas de accidentes cerebrovasculares, enfermedades degenerativas y traumáticas del sistema ostiomioarticular y otras patologías como el llamado mal de Parkinson y la esclerosis múltiple, una rutina que cambió por completo desde que en los

últimos días fuera habilitado para enfrentar la COVID-19”.

De ahí que, allí permanecen las personas que mantuvieron contacto en Trinidad con los turistas, quienes se encuentran ingresados en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).