A través de un intervención de unos 45 minutos en el horario estelar de la Mesa Redonda, el gobierno cubano buscó crear lazos de conexión entre figuras del exilio cubano y los organizadores de la marcha del 15 de noviembre.

Rogelio Polanco, Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido intentó desvirtuar la marcha organizada aludiendo a que tiene nexos con el exilio histórico de Miami.

El discurso de Polanco, no exhibió una sola prueba que vincule un financiamiento desde Estados Unidos a los organizadores que integran el grupo Archipiélago, e incluso se valió de una grabación de una llamada telefónica de Yunior García Aguilera con Ramón Saúl Sánchez, un exiliado que el gobierno cubano acusa de terrorismo.

La conversación evidentemente editada, pone al señor Ramón conversando con García Aguilera, pero este último solo se limita a mencionar, lo que ha dicho en espacios públicos, que pretende conversar con cubanos de dentro y fuera y que todos están invitados al cambio.

Polanco calificó de ‘frenéticas acciones’ a los hechos protagonizados por emigrados cubanos sobre todo en Miami que muestran su apoyo en redes sociales a la marcha a través de tuits y declaraciones.

Según, el Jefe del Departamento Ideológico del Comité Central “el gobierno de Estados Unidos es el verdadero organizador y promotor de la provocación montada para noviembre”, y como prueba de eso ofrece las declaraciones redes sociales que han hecho desde la Embajada de esa nación en la isla.

La última declaración de la Embajada en Twitter es pública para el mundo entero y refiere: “Estados Unidos comparte la visión del pueblo cubano: democracia, prosperidad y derechos humanos. Apoyamos su derecho a reunirse pacíficamente el 15 de noviembre y pedimos al gobierno cubano que permita la libre expresión y escuche al pueblo. Sus voces no pueden ser silenciadas”.

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