Los programas de desarrollo local en Las Tunas deben generar 479 nuevos puestos de trabajo este año pero en esa provincia hay más de 3900 cubanos sin empleo.

Ante esa situación la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social reconoce la incapacidad para enfrentar el desempleo.

Un reporte del diario estatal en ese territorio achacó la situación al “poco avance en la generación de nuevos puestos de trabajo y el bajo nivel de aseguramiento en las entidades para enfrentar los procesos de interrupción y disponibilidad laboral aprobados” e incluso afirman que en la provincia se  ha incrementado la cifra de personas desvinculadas o fuera de sus puestos de trabajo sin garantías salariales.

En el caso de los 479 nuevos puestos de trabajo que deben crearse en el sector estatal, señalaron que probablemente surjan “en la producción de alimentos, materiales de la construcción y producciones varias”, además aseguraron que “en los procesos inversionistas se ofertan otras plazas”, aunque no aclararon cuáles serían.

“La Dirección de Trabajo ha diagnosticado a tres mil 918 personas desvinculadas del estudio y el trabajo que están interesadas en incorporarse, y otras 138 en situación de vulnerabilidad”, precisó el Periódico 26.

Ese mismo medio dijo que “aunque no fue cubierto el total de las necesidades de empleos conocidas por las direcciones municipales de trabajo, al culminar el 2022 se alcanzó la ubicación laboral de 8330 personas, de las cuales 5771 eran jóvenes y 2 345 mujeres, contratados en el sector estatal, y el trabajo por cuenta propia”.

Para aliviar la situación la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social subraya que promueve “la oferta de tierras ociosas para la entrega en usufructo a los interesados” y afirma que “facilita a la población el acceso al trabajo no estatal como parte de la actualización de los nuevos actores económicos”.

Las autoridades gubernamentales no se refieren en ningún momento sobre el descontento de la población hacia los malos salarios en la isla con respecto al alto precio de la canasta básica.

La institución estatal solo alega que “se articula de manera coherente a nivel de municipio las demandas de la economía para la formación y distribución de la fuerza de trabajo calificada, con los procesos inversionistas y las estrategias de desarrollo local, y son reajustados los mecanismos para establecer la organización del sistema salarial de los trabajadores estatales de forma descentralizada, sin la obligatoriedad de aplicar la escala salarial única”. Aunque muy poco representa cuando la disponibilidad de fuentes de empleo no es ni la tercera parte de la necesidad existente.

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