En el ordenamiento monetario en Cuba, hay un claro ganador el gobierno, y a pesar de todo el empeño por hacer creer que intenta controlar la inflación con precios topados, el mismo hecho establecer esa restricción se vuelve en otra fuente de ingresos para el estado.

El gobierno topa los precios, pero no hay alimentos, así que quienes se encargan de la venta de los productos del agro, caen en la violación de la ley al vender en precios que no son los establecidos.

Pero como explica una nota del diario Invasor, muchas veces que el tarimero venda más caro, no significa que esté ganando en demasía, también puede ser que este haya encontrado la mercancía más cara.

“No podemos vivir ni irrespetando la legalidad ni pagando altas multas; ni cerrando puntos, porque este es nuestro empleo y tenemos que mantener familias; ni desconociendo, por ejemplo, que hoy una minindustria paga 250.00 pesos por una lata de ají cachucha que tiene 30 potes, más o menos, y por tal razón no te la traen aquí para que los vendas a 5.00. Lo mismo pasa con paladares y productos que van al cayo. Los que mueven mercancías no están llegando aquí por los precios que tenemos fijados”, comenta a Invasor una trabajadora privada.

En fin, los trabajadores privados puede que no se hagan millonarios pero el gobierno sí no sale perdiendo.

El propio diario Invasor de la provincia de Ciego de Ávila, advierte que en ese territorio, entre el 19 de noviembre al 9 de diciembre la Dirección Integral de Supervisión (DIS), quien se encarga del control de precios  realizó 520 visitas y detectó 91 violaciones imponiendo multas por un valor de 95 075.00 pesos.

Recomendado para ti