Gobierno cubano “prioriza” a embarazadas con canastilla simbólica que no cubre necesidades básicas
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 1 de junio de 2025

El gobierno cubano, a través del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), ha declarado que está "priorizando" a las embarazadas mediante el Programa de Canastilla. Sin embargo, más allá del discurso oficial, la realidad es muy diferente. El paquete que ofrece el Estado se compone de artículos elementales como toallas, tela antiséptica, algunos culeros de gasa, prendas básicas, colonia, jabón, aceite y un pequeño módulo de juguetes plásticos.
Lo que en otro contexto podría entenderse como un complemento temporal, en Cuba se presenta como una ayuda significativa, cuando en realidad es un gesto simbólico que no compensa la profunda precariedad que enfrentan las madres gestantes.
El programa está disponible desde la semana 26 de gestación, previa inscripción en la oficoda correspondiente, y tiene una vigencia de un año. A pesar de que las autoridades celebran que más de 800 mujeres embarazadas fueron beneficiadas en 2025, lo cierto es que el contenido de la canastilla queda muy lejos de cubrir las necesidades mínimas de un recién nacido. En el pasado, estos módulos incluían cunas y colchones; hoy, esos elementos básicos han desaparecido sin explicación, lo que evidencia un retroceso marcado en la protección social.
"Entregar algunos metros de tela y colonia barata no puede considerarse una política de apoyo real", opinan internautas en redes. En medio de una inflación desbordada y un salario medio nacional que no supera el equivalente a 16 dólares mensuales, las familias enfrentan gastos imposibles de cubrir para el cuidado de sus hijos. En provincias como Santiago de Cuba, donde el salario medio es de apenas 5,123 CUP, la situación es aún más crítica.
El contexto demográfico es igualmente alarmante: la natalidad se encuentra en retroceso, la población envejece aceleradamente y la emigración masiva erosiona aún más el ya frágil equilibrio poblacional del país.
El propio gobierno reconoce que Cuba está por debajo del nivel de reemplazo poblacional, lo cual compromete gravemente el futuro del país, según varias fuentes.
Ante este panorama, el programa de canastilla no responde a una estrategia integral de incentivo a la natalidad, sino que parece una medida superficial, carente de impacto real. Más que un respaldo sólido a las madres cubanas, el módulo estatal refleja la incapacidad del régimen para enfrentar con seriedad los desafíos estructurales que hoy marcan la vida familiar y demográfica de Cuba.