El gobierno cubano presuntamente trabaja hoy en la creación de un protocolo sanitario contra la viruela del mono, una enfermedad de creciente propagación para la que todavía no existe tratamiento ni vacuna específica.

Según el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), las autoridades cubanas refuerzan la vigilancia epidemiológica en todos los puntos de frontera, en particular sobre las personas procedentes de naciones con presencia del virus.

En su habitual comparecencia televisiva de los lunes, Durán explicó que hasta ese momento sumaban 96 los casos reportados en una docena de países, entre ellos España (tiene la mayor cantidad de enfermos), Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Portugal y Bélgica.

De acuerdo con el galeno, se valora la posibilidad de que algunos retrovirales y otros fármacos, logren resultar efectivos contra la enfermedad cuyos síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, de espalda, muscular, inflamación de los ganglios linfáticos, agotamiento y la aparición de lesiones en la piel.

Durán apuntó que la mayor parte de los pacientes infectados por el virus, muestran un cuadro clínico con evolución favorable, pero puede llegar a ser grave en niños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas. El virus es diferente al de la viruela, un azote para la humanidad cuya erradicación certificó la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace más de 40 años.

Las lesiones en la piel pueden surgir primero en la cara y luego extenderse a otras partes del cuerpo, como las manos y brazos, las plantas de los pies, e incluso, las mucosas de la boca y los genitales. Se caracterizan por ser granos llenos de pus (pústulas), casi siempre ocasionan picazón, pasan por diferentes etapas y, finalmente, forman una costra que luego se cae. En ocasiones, las lesiones dejan cicatrices, explica un reporte en el diario oficialista Granma.

Generalmente, la viruela del mono, cuyo primer caso fue notificado en agosto de 1970 en Bokenda, una aldea de la República Democrática del Congo, desaparece por sí sola y su duración varía entre dos y cuatro semanas.

La enfermedad mantuvo un carácter endémico durante varias décadas en zonas de África central y occidental. Por primera vez, aparece fuera del continente africano, en varios países y casi de forma simultánea. Puede propagarse mediante la relación directa con animales infectados o de una persona a otra, a través del contacto cercano con las lesiones de la piel, fluidos corporales, gotitas respiratorias y objetos contaminados con el virus.

Pese a que su nombre sugiere que el mono está relacionado con el padecimiento, también es transmitido por roedores, marsupiales y otros primates. La enfermedad tiene un periodo de incubación de seis a 13 días. Una vez que se infecta una persona, debe permanecer en aislamiento durante tres semanas.

En días recientes, el virólogo cubano Amilcar Pérez-Riverol, aclaró que con la viruela del mono no ocurrirá una epidemia global a la escala de lo que ha sido la Covid-19. El lunes, las autoridades sanitarias del estado de Florida en EEUU dijeron que en ese territorio se investigaban al menos dos presuntos casos en el condado de Broward.

Con anterioridad, el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, aseguró que la pandemia del nuevo coronavirus no tomó por sorpresa al gobierno de la isla, que ya contaba con un plan para enfrentar la enfermedad. El titular expresó que dicho plan le permitió actuar sin improvisaciones y resaltó la supuesta implementación oportuna de medidas y acciones para la prevención y el control del virus.

Portal Miranda omitió, sin embargo, la crisis en la isla durante el peor momento de la pandemia el año pasado, que incluso algunos señalan como uno de los detonantes de las protestas antigubernamentales del 11J.

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