La cantante cubana Gema Corredera se prepara para un "inusual" espectáculo en Miami el próximo sábado 16 de septiembre.

En entrevista para CubitaNow la artista ofreció detalles de lo que hará en el bar Salamander bajo la producción de Super Mammoth Project, una productora de eventos de la pareja de jóvenes actores Jenniffer Rodríguez y Héctor Medina.

"Será algo muy especial. Es un reto maravilloso y estoy muy emocionada y agradecida de que me eligieran a mi para inaugurar este espacio".

"Quiero que la gente vaya, que esté allí conmigo, que vibremos juntos", agrega.

Gema pretende hacer al público parte del espectáculo. Luego de años viviendo en Miami, la cantante cubana agradece todo lo que ha logrado en su vida profesional.

En la entrevista también habló de las cosas que más le gusta hacer y de su amor por La Habana y los cubanos.

"A mi me gusta mucho leer, ir al cine y al teatro. Me enanta el arte, escuchar música instrumental. Yo estudié en la Escuela Nacional de Arte y estoy muy familiarizada con los instrumentos y la música no cantada y creo que mi manera de cantar tiene muchísimo de mi educación como instrumentista, veo la voz como un instrumento".

Luego de casi cuatro años sin visitar Cuba, Gema explica que está muy preocupada por lo que pasa en la isla y por cómo las personas han ido perdiendo las ganas de hacer cualquier cosa.

"Como Cuba no hay nada, no hay nada como la casa donde uno creció. Sin embargo, La Habana en la que yo nací, me crié y me eduqué ya no existe nada más que en mis sueños. Cada vez que he ido me he encontrado otro lugar".

"En el mejor de los casos todos los lugares cambian, no hay nada estático. Pero lo que me ha sorprendido no gratamente es que en La Habana, como en la canción de Carlos Varela, se va derrumbando cada muro de ilusión", explica.

"Cada vez que he ido veo a la gente con el ceño más fruncido. No veo la energía que había antes, por lo menos cuando yo estaba ahí. La gente está pasando mucho trabajo y eso se nota en todo. En realidad a mi me duele que se caigan los edificios pero lo más doloroso es cómo la gente está perdiendo las ganas de soñas, de hacer cosas. La gente lo que quiere es escapar", agrega.

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