Galletas con cucarachas en parque infantil de Camagüey; el colmo de la desidia estatal
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 6 de octubre de 2025

Una denuncia estremeció las redes este domingo: en el Parque Infantil "Camilo Cienfuegos", conocido como el “Parque Japonés” en Camagüey: un ciudadano reveló que las galletas dulces vendidas en el punto estatal contenían restos de cucarachas e insectos.
Lo más alarmante es que el producto se vendía en un espacio dedicado a los niños, supuestamente bajo supervisión estatal.
“Compré cinco libras de galletas dulces y, al abrirlas, encontré partes de cucarachas, insectos y sabe Dios qué más. Esto no lo vende un particular, es del Estado”, denunció el afectado.
La publicación del periodista José Luis Tan Estrada encendió una ola de indignación en redes. Cientos de camagüeyanos contaron experiencias similares: galletas con sabor a cucaracha, pan con gorgojos y harina infestada usada sin el menor control.
Aun así, la Dirección Provincial de Salud Pública intentó desmentir el hecho, alegando que era “mentira”. Pero la evidencia visual y los múltiples testimonios dejaron claro que el problema va mucho más allá de un “malentendido”.
Usuarios como Yuly Quiroz aseguraron haber comprado galletas “de chocolate con un sabor tan asqueroso a cucaracha que no se podían comer”. Otros, como Nilza López, afirmaron haber visto “tantas cucarachas que daban ganas de vomitar”. La indignación fue general: “¡Esto es inhumano! No se juega con la salud de los niños”, escribió Maribel Rosales.
La situación evidencia una profunda crisis de salubridad y negligencia estatal. Si un particular vendiera algo así, las autoridades lo clausurarían de inmediato. Pero como es una entidad estatal, se encubre el desastre con el mismo guion de siempre: negar, justificar y pasar la página.
Este no es un caso aislado. En otras provincias, los ciudadanos han denunciado pan con insectos, dulces contaminados, refrescos en mal estado y productos elaborados con harinas vencidas. La falta de higiene, control y ética en la producción de alimentos en Cuba se ha convertido en una emergencia sanitaria silenciosa.
El pueblo no pide lujos: solo comida limpia y segura, sobre todo cuando se trata de los niños. Pero mientras el Estado siga negando la realidad, las cucarachas seguirán apareciendo, no solo en las galletas, sino también en las excusas oficiales.