Desde octubre, Corea del Norte ha enviado cerca de 12,000 efectivos a Rusia, principalmente fuerzas de operaciones especiales, para apoyar en el conflicto en Ucrania. Según autoridades militares, las bajas norcoreanas en la región de Kursk ya suman varios cientos, incluyendo muertos y heridos, entre ellos líderes de mando.

Un alto funcionario señaló que estas tropas carecen de experiencia previa en combate, lo que las ha convertido en objetivos vulnerables en las confrontaciones con las fuerzas ucranianas. "No son tropas curtidas en batalla, y eso probablemente contribuye a las bajas que han sufrido", indicó.

El despliegue inicial incluyó 3,000 soldados enviados entre principios y mediados de octubre. Sin embargo, no se ha confirmado el arribo de refuerzos adicionales desde entonces.

En la región de Kursk, las tropas rusas han recuperado el 40% del territorio perdido durante una ofensiva ucraniana en agosto, aunque las defensas de Ucrania se mantienen firmes. Mientras tanto, los ataques ucranianos con sistemas ATACMS proporcionados por Estados Unidos han generado impactos tácticos significativos en territorio ruso.

La noticia de las bajas norcoreanas coincide con la muerte de un alto general ruso este martes en Moscú, un hecho que ha llamado la atención internacional. El portavoz del Pentágono, general de división Pat Ryder, aseguró que Estados Unidos no estuvo involucrado ni tenía conocimiento previo de esa operación.

Corea del Norte, un aliado clave de Moscú, sigue enfrentándose a desafíos significativos en su intento de apoyar militarmente a Rusia en este conflicto.

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