Fuertes lluvias paralizan zonas del Vedado: la capital cubana sigue sin drenaje urbano eficiente
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 18 de junio de 2025

Las intensas y persistentes lluvias registradas este martes en La Habana volvieron a dejar al descubierto un problema estructural que acompaña a la capital cubana desde hace décadas: la total ineficiencia del sistema de drenaje urbano. Las zonas bajas del Vedado, particularmente en el municipio Plaza de la Revolución, sufrieron anegamientos generalizados que afectaron el tránsito, el transporte y la vida cotidiana de miles de residentes.
Videos difundidos por el programa "Hola Habana" en Facebook muestran cómo las calles quedaron completamente cubiertas por agua, mientras vecinos intentaban sortear los charcos y desplazarse entre corrientes improvisadas.
“Hola, Habana… imágenes desde el municipio #PlazaDeLaRevolución tras la lluvia de este martes”, decía la publicación, acompañada de escenas que ya no sorprenden a nadie, pero que siguen afectando a todos.
Este evento meteorológico coincide con el inicio oficial de la temporada ciclónica del Atlántico, que comenzó el 1 de junio. De acuerdo con expertos, se espera una temporada “muy activa” con al menos 17 tormentas con nombre, 9 huracanes y 4 de gran intensidad. La advertencia llega en un momento particularmente delicado para La Habana, donde incluso lluvias de moderada intensidad bastan para colapsar el espacio urbano.
"La raíz del problema es conocida: la ciudad no cuenta con un sistema de drenaje capaz de manejar el agua acumulada durante los aguaceros", aseguran expertos. La falta de mantenimiento de los tragantes, la obstrucción de las alcantarillas por residuos sólidos y la acumulación de basura en las calles son factores que agravan aún más esta situación crítica. Pese a las "campañas de limpieza" promovidas por el gobierno, la percepción general entre los ciudadanos es de escepticismo y frustración. La falta de recursos y de una gestión eficaz hace que estas campañas resulten simbólicas más que efectivas.
“La basura bloquea los tragantes y hace que el agua no tenga por dónde salir”, comentó una vecina del Vedado afectada por las lluvias. Es una queja repetida en distintos barrios, donde el ciclo se repite cada temporada: llueve, se inunda, se limpia parcialmente y vuelve a ocurrir.
"La Habana es hoy una capital que funciona sin defensas mínimas frente a la lluvia. Es una ciudad donde cada tormenta se convierte en una amenaza tangible para la salud pública, el transporte y la seguridad de la población" afirma una internauta.
Las aguas estancadas favorecen la proliferación de vectores de enfermedades como el dengue y la leptospirosis, y aumentan el riesgo de accidentes eléctricos y estructurales.
Mientras tanto, los habaneros continúan enfrentando con resignación y creatividad un problema que no parece tener solución a corto plazo. Sin una inversión seria en infraestructura, y sin una gestión urbana eficiente, La Habana seguirá siendo una ciudad inundable, donde cada nube oscura en el cielo representa una amenaza latente.