Los médicos cubanos destinados en Angola bajo la tutela de la corporación Antex han decidido alzar la voz y denunciar públicamente lo que consideran una estafa de sus salarios.

Según los testimonios, el contrato firmado les garantizaba recibir su pago en dólares, pero ahora se les obliga a aceptar la tarjeta Clásica de Fincimex, una moneda virtual que solo sirve para comprar en las tiendas controladas por el conglomerado militar Gaesa en Cuba, sin posibilidad de retirar efectivo.

La situación generó un encuentro tenso en Luanda que duró más de dos horas, donde los galenos expresaron su frustración por años de promesas incumplidas. “Voy a demandar y voy a hacer lo que tenga que hacer porque están incumpliendo su contrato conmigo”, declaró uno de los médicos, reflejando la disposición a iniciar procesos legales contra Antex.

La reunión, calificada por algunos como una “catarsis colectiva”, mostró la magnitud de la rabia acumulada por quienes han sacrificado su vida familiar para trabajar en una misión que debía asegurarles un ingreso en divisas.

“Nos están poniendo a desahogarnos, pero llevamos años haciendo estas reclamaciones y nada”, aseguró Marcia, otra de las participantes, subrayando que la medida no solo es injusta, sino también insostenible. Los médicos recalcaron que aceptar la tarjeta en lugar de efectivo elimina el propósito original de la misión: obtener dólares reales a cambio de sus servicios.

El pasado 14 de julio, un grupo de médicos envió una carta al presidente Miguel Díaz-Canel exigiendo respeto a lo pactado, pero hasta ahora no han recibido respuesta. Ante el silencio oficial, varios ya han comenzado a buscar abogados para emprender demandas en tribunales. Una doctora incluso cuestionó si el sistema los empuja al mercado negro: “¿Van a obligarnos a delinquir?”, dijo, recordando además que han perdido momentos vitales de su vida durante su estancia en Angola.

La filtración de estas denuncias en redes sociales ha puesto en evidencia una práctica que, según los doctores, viola los contratos y deja en la indefensión a cientos de profesionales.

Con salarios atrasados, pagos incompletos y ahora la imposición de dinero virtual, la confianza en Antex se ha desplomado. Para los galenos, lo que comenzó como una misión internacionalista se ha transformado en una lucha por justicia y dignidad laboral.

Fuente: 14/medio

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