El presidente Donald Trump envió un mensaje navideño que no pasó desapercibido y que volvió a reflejar el tono confrontacional que caracteriza su comunicación pública. Desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde celebró la Navidad, el mandatario utilizó sus redes sociales Truth Social y X para desear felices fiestas a los estadounidenses, pero también para lanzar duras críticas contra sus adversarios políticos.

“Feliz Navidad a todos, incluyendo a la escoria de la izquierda radical que hace todo lo posible por destruir nuestro país, pero que está fracasando estrepitosamente”, escribió Trump en la nochebuena. En el mensaje, el presidente volvió a señalar directamente a los demócratas, a quienes responsabiliza de los principales problemas que, según su visión, ha enfrentado Estados Unidos en los últimos años.

Trump aprovechó la felicitación navideña para insistir en temas que ha reiterado en discursos recientes, especialmente aquellos con los que marca distancia de la administración anterior encabezada por Joe Biden. “Ya no tenemos fronteras abiertas, hombres en el deporte femenino, personas transgénero para todos ni una aplicación de la ley débil”, afirmó, enumerando lo que considera cambios fundamentales bajo su liderazgo.

El mandatario también dedicó parte de su mensaje a destacar lo que describe como logros económicos y en materia de seguridad nacional desde su regreso a la Casa Blanca. Aseguró que el país “vuelve a ser respetado”, incluso “como nunca antes”, y resaltó indicadores positivos como un mercado bursátil en máximos históricos y planes de jubilación 401K fortalecidos.

Según Trump, Estados Unidos registra “las cifras de delincuencia más bajas en décadas”, una inflación inexistente y un crecimiento del Producto Interno Bruto del 4,3%, cifra que calificó como superior a lo esperado. Además, defendió su política arancelaria al señalar que ha generado “billones de dólares en crecimiento y prosperidad” y ha contribuido a consolidar “la seguridad nacional más sólida que jamás hayamos tenido”.

Más allá del tono político, el presidente también participó en una tradición navideña habitual. Junto a la primera dama, Melania Trump, sostuvo llamadas telefónicas con niños en el marco del programa anual del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), que permite a los menores hacer preguntas sobre el recorrido de Santa Claus.

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