Un recluso identificado como Frank Morales Cuesta, recluido en la prisión de máxima seguridad de Boniato, Santiago de Cuba, falleció en circunstancias que han generado indignación entre sus familiares. Según declaraciones, la causa de muerte podría estar vinculada a la tuberculosis, aunque aseguran que fue la desnutrición lo que finalmente acabó con su vida, reportó el periodista Yosmany Mayeta en su perfil de Facebook.

“Mira la hora que es y todavía está en la morgue. Estamos aquí desde las 4 de la mañana y dicen que no hay carro” expresó un familiar, visiblemente afectado, mientras esperaba junto a otros para poder trasladar el cuerpo desde el hospital "Ambrosio Grillo". Los allegados solicitaron a las autoridades que envíen un vehículo fúnebre para realizar el velatorio y dar el último adiós al fallecido en condiciones dignas.

La familia de Morales Cuesta señaló que las condiciones en las que se encontraba, en el Pabellón 17 del centro penitenciario de Boniato, eran insostenibles y acusaron a la administración penitenciaria de negligencia.

“Lo mataron de hambre, la culpa total es de las autoridades del sistema penitenciario de la muerte", apuntó Mayeta. Este hecho ocurre a pocos días de que un grupo de activistas y organizaciones opositoras denunciaran el asesinato de Manuel de Jesús Guillén Esplugas, un preso político cubano que cumplía condena en la prisión Combinado del Este, en La Habana.

Ana Belkis Ferrer, a través de la cuenta de José Daniel Ferrer en la red social X, denunció que Guillén, miembro de la Unión Patriótica de Cuba, promotor de Cuba Decide y participante en las protestas del 11J, fue víctima de un asesinato. Inmediatamente después, las redes sociales se inundaron de rechazo ante el asesinato en prisión del joven preso político y bisnieto del Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén.

Según un reciente informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos y el medio independiente el TOQUE, al menos 95 personas han fallecido en los últimos cinco años en Cuba a manos de las fuerzas del orden, incluyendo más de 40 muertes de reclusos en 2024.

El documento destaca que, además 287 personas han sido víctimas de violencia policial no letal en el mismo periodo.

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