Desde Banes, Holguín, llega una historia que refleja la desolación y la impotencia de muchas familias cubanas tras el paso del huracán Melissa. Una vivienda quedó seriamente dañada, y la familia que allí vivía perdió el techo y parte del cerramento, quedando expuesta a los elementos. Por fortuna, gracias a que el padre del jefe de familia los llevó a su centro de trabajo el día anterior al huracán, pudieron salvar sus vidas.

La tragedia no se debió únicamente a la fuerza del ciclón, sino también a un pésimo trabajo de construcción por parte de la Brigada de Darbi: anclajes mal hechos, cemento almacenado lejos de la obra y materiales inadecuados. A pesar de que la familia acudió reiteradamente a la Dirección Municipal de Vivienda y a la Fiscalía, las promesas de reparación nunca se cumplieron, alegando falta de recursos.

Hoy, lo que una vez fue un hogar está reducido a ruinas. El Director de Viviendas y otro funcionario visitaron la vivienda para evaluar los daños, y la familia espera que esta vez no sean abandonados y que puedan recuperar un techo seguro cuanto antes; algo que dudan muchos vecinos, acostumbrados a la desidia de las autoridades.

Los comentarios en redes sociales reflejan la frustración colectiva: “Eso pasa cuando el gobierno le paga a brigadas que solo saben robar materiales”, escribió una internauta, mientras otros recordaban que muchos cubanos siguen sin vivienda tras huracanes anteriores. “Con lo cara que está la vida en Cuba y perderlo todo, qué horror”, lamentó otra usuaria.

El caso de esta familia de Banes evidencia la crisis en la vivienda cubana, donde la negligencia y la falta de control convierten cada desastre natural en una tragedia aún mayor. Comparte esta historia para que se haga justicia y para que esta familia pueda volver a tener un hogar digno y seguro.

Fuente: La Tijera

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