La danza cubana y, en particular, la provincia de Camagüey atraviesan hoy una de sus jornadas más dolorosas tras confirmarse el fallecimiento del destacado creador y maestro José Antonio Chávez Guetton, Premio Nacional de Danza 2023.

La noticia fue dada a conocer por Kenny Ortigas Guerrero, director del Sectorial Provincial de Cultura, quien expresó públicamente la consternación que embarga al sector artístico: “El corazón partido… Vuela alto, Chávez. El dolor es inmenso”.

Ortigas también reveló que el maestro falleció a causa de una arbovirosis, enfermedad viral transmitida por mosquitos que en las últimas semanas ha provocado un aumento de fallecimientos en varias provincias del país.

Esta precisión fue realizada por el propio Ortigas Guerrero al responder a inquietudes de la comunidad cultural.

La causa del deceso del maestro está vinculada con la realidad que atraviesa el país.

Mientras familiares, alumnos, colegas y amigos lloran la partida del reconocido artista, crece igualmente la preocupación porque, a pesar de la gravedad del panorama sanitario, el gobierno continúa minimizando la expansión de los virus que están afectando a miles de cubanos y que ya han provocado numerosas muertes.

La transparencia informativa, una demanda reiterada por profesionales de la salud y ciudadanos, sigue siendo insuficiente frente al agravamiento de la situación epidemiológica.

José Antonio Chávez deja tras de sí un legado inmenso. Su obra coreográfica marcó una época dentro del Ballet de Camagüey y su labor como pedagogo formó a generaciones de bailarines que hoy sostienen la danza cubana dentro y fuera del país.

Su fallecimiento no es solo una pérdida artística, sino un golpe profundo a la identidad cultural camagüeyana.

Las autoridades culturales informaron que en próximas horas se darán detalles sobre el homenaje póstumo que se le rendirá a este pilar de la danza nacional, cuya vida y muerte vuelven a poner sobre la mesa la urgencia de enfrentar con seriedad la crisis epidemiológica que atraviesa el país.

El pueblo de Camagüey, la comunidad danzaria y todos los que admiraron su talento claman hoy por verdad, transparencia y respeto a la memoria de un creador irreemplazable.

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