La crisis sanitaria en Cuba vuelve a cobrar una víctima más. En medio de brotes de dengue y reportes de un “virus desconocido” que circula por distintas provincias, una madre cubana ha compartido en redes sociales el doloroso testimonio de la pérdida de su hijo, mientras crece la indignación ante el silencio oficial del régimen.

La denuncia fue difundida por la página La Tijera, que se hace eco del mensaje publicado por Doris Rodríguez en el grupo “Madres Cubanas por un Mundo Mejor”. En su publicación, Rodríguez escribió:

“El sábado 18 a la 1:25 perdí a mi hijo. Padecía de epilepsia y dicen los médicos que murió de un infarto masivo. Tenía 35 años. Hacía dos días tenía el virus que anda por ahí, que no se sabe todavía qué cosa es. Corrimos hacia el Hospital Fajardo, los médicos aplicaron todo el protocolo de reanimación, pero no pudieron salvarlo”.

La madre, visiblemente devastada, concluyó con palabras que desgarran: “No me dejó ni un nieto, no me quedó nada de él, solo el amor que me dio, él me amaba y era mi razón de ser.”

El caso refleja una situación sanitaria crítica que muchos cubanos denuncian desde hace meses: brotes de fiebre alta, dolores musculares y erupciones cutáneas similares al dengue, pero que las autoridades no reconocen oficialmente. Médicos y familiares aseguran que los hospitales están colapsados, con escasez de medicamentos, reactivos y personal, lo que agrava el número de fallecimientos.

Mientras tanto, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) guarda silencio o publica cifras parciales que no reflejan la magnitud del problema.

Las causas de muerte suelen ser catalogadas como “infarto”, “neumonía” o “paro respiratorio”, evitando mencionar la palabra “dengue” o “virus”, una práctica habitual del régimen para ocultar crisis epidemiológicas.

La página La Tijera, que ha seguido de cerca los casos de fallecimientos por enfermedades febriles no identificadas, advierte que “el pueblo cubano está enfermo y desamparado”, mientras el gobierno mantiene un férreo control informativo sobre los hospitales y medios estatales.

Cuba enfrenta un panorama alarmante: brotes de dengue, colapso hospitalario, falta de fumigación y negligencia institucional, que dejan a las familias en la más absoluta indefensión.

A Doris Rodríguez y a todas las madres cubanas que sufren pérdidas similares, La Tijera envía sus condolencias y reafirma su compromiso con la verdad:

“Cuba entera llora a sus hijos mientras el régimen sigue escondiendo la realidad. Este silencio también mata.”

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