El régimen premia a sus leales: nuevos privilegios para militares cubanos mientras el pueblo sobrevive con migajas
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 1 de agosto de 2025

Mientras los abuelos del barrio hacen cola para comprar un pan con aceite y los apagones obligan a miles a cenar a oscuras, el régimen cubano decidió firmar este jueves un nuevo premio para su casta militar. En la Gaceta Oficial quedó plasmado el Decreto-Ley 105/2025, una jugada legal que fortalece los privilegios de los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), dejando aún más claro quiénes son los hijos mimados del sistema.
La nueva normativa permite que los militares jubilados puedan reincorporarse a sus antiguos cargos —o a nuevos puestos— y cobrar al mismo tiempo su pensión y un salario, todo con el visto bueno del Ministro de las FAR. Y si han cumplido 50 años de servicio, o regresan por al menos cinco años más, podrán recibir más del 90% de su último sueldo, superando el tope legal establecido para cualquier civil cubano.
En otras palabras, mientras la mayoría de los ciudadanos sobrevive con una pensión que no alcanza ni para un cartón de huevos, los militares recibirán un doble pago. Este nuevo decreto también endurece ciertos requisitos: si un pensionado no cumple con chequeos médicos o no formaliza trámites como la tutela de un incapacitado, puede perder el derecho al cobro. Pero, por supuesto, las reglas más severas siempre van para los de abajo.
Y hay más: si un viudo civil decide trabajar, automáticamente pierde la pensión. En cambio, a los militares se les recompensa cada año extra de servicio. ¿Cuál es el mensaje? A los que reprimen, privilegios; a los que trabajan, castigo.
Para colmo, el régimen dio 30 días para presentar una versión revisada del sistema de pensiones de las FAR. Mientras tanto, los médicos, maestros y obreros jubilados seguirán esperando, como si su vida laboral no contara.
La paradoja no termina ahí. Esta misma semana, Cuba despidió con honores al coronel Pedro Francisco Rodríguez Peralta, veterano del MININT y las FAR. El hombre, fallecido a los 88 años, fue pieza clave del aparato represivo, con participación en Playa Girón, Angola y unidades como la Tropa Guardafronteras y los Guardabosques.
Fue condecorado una y otra vez, como todos los que sirvieron con lealtad absoluta al sistema. No hubo en su despedida una sola línea de autocrítica, ni una mención al legado de vigilancia y represión que dejó.
Así funciona el poder en Cuba: la cúpula militar vive blindada de beneficios, mientras el pueblo carga con la miseria. Porque en la isla de los sacrificios, los únicos premiados son los que garantizan el control y el silencio.