Gabriel Pierre, una figura legendaria del béisbol cubano, ha tomado un nuevo rumbo en su vida en Miami, donde trabaja como camarero en el restaurante brasileño Flama en Homestead.

El expelotero ha enfrentado momentos difíciles en su vida, pero ahora parece estar encaminando su camino. El periodista deportivo Yasel Porto compartió fotos de Gabriel Pierre con su uniforme del restaurante, ubicado en la US One y la 279 en Homestead.

"Hoy pude conversar con el estelar ex 3B santiaguero Gabriel Pierre Lazo, quien después de pasar por un momento bien complicado meses atrás, poco a poco ha ido encaminándose sin salir totalmente de los problemas que lo han golpeado. Su esposa ha mejorado pero sigue con limitaciones de salud, y ahora viven en Miami después de estar los últimos años en Atlanta", comentó el periodista Yasel Porto.

"Éste es el trabajo actual donde está el carismático y no menos estelar ex jugador.

Restaurante brasileño llamado "Flama", ubicado en la US One y la 279, en la bien sureña ciudad floridana de Homestead. Así que si usted vive en zona y quiere verlo, tirarse una foto, ser atendido por él y hasta apoyarlo como mejor entienda, ya sabe las coordinadas", agregó.

"Que bueno saber de él y ver qué va saliendo de sus problemas, lástima no vivir en la Florida y hacerle la visita , simpatice mucho con el y el equipo de Santiago y sufrí también las injusticias que le hicieron con el Cuba", comentó un usuario.

"Es un gusto saber de ese estelar pelotero que tanto admiramos, y saber que su esposa se está recuperando, gracias a Dios. Pues bendiciones para él y su familia", agregó otro.

Gabriel Pierre, nacido en Santiago de Cuba en diciembre de 1966, llegó a Estados Unidos en 2014 junto a su esposa y sus dos hijos menores. Durante su tiempo en Atlanta, enfrentó una crisis personal y familiar debido a la enfermedad de su pareja, lo que llevó a circunstancias difíciles.

En mayo del año pasado, el portal Swing Completo informó sobre los serios problemas de salud de la esposa de Pierre y las dificultades que enfrentaba, como la falta de vehículo y crédito. Amigos y conocidos, incluido el periodista Frank de la Terga, expresaron su deseo de ayudar al expelotero, incluso buscando una forma de proporcionarle un medio de transporte básico.

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