Brian Jeffrey Raymond, exfuncionario del gobierno de Estados Unidos, ha sido sentenciado a 30 años de prisión tras declararse culpable de drogar y abusar sexualmente de mujeres en distintos países donde estaba asignado. El caso, que ha generado gran indignación, involucra actos cometidos en lugares como México, donde trabajaba para una agencia gubernamental.

La sentencia fue dictada en Washington tras la declaración de culpabilidad de Raymond en noviembre de 2023, donde admitió cargos de abuso sexual, coerción y producción de material obsceno. Según el Departamento de Justicia, el exfuncionario drogaba a sus víctimas para luego grabarlas y fotografiarlas mientras estaban inconscientes.

Raymond confesó haber abusado sexualmente de al menos cuatro mujeres y haber tenido contacto sexual no consentido con otras seis. Además, admitió haber drogado a 28 mujeres para crear material explícito sin su consentimiento. Los fiscales detallaron que Raymond utilizaba una vivienda proporcionada por el gobierno estadounidense para atraer a sus víctimas, donde cometían estos actos.

El caso llamó la atención en octubre de 2020, cuando Raymond fue arrestado en California. Para ese momento, trabajaba en la Embajada de Estados Unidos en México, lugar donde se identifican varias de sus víctimas. Entre 2018 y 2020, se documentaron al menos nueve mujeres afectadas por sus delitos en Ciudad de México.

Las investigaciones revelaron que, desde 2006, Raymond repetidamente drogaba y grababa a sus víctimas desnudas o semidesnudas en varios países, utilizando su posición de funcionario estadounidense. A pesar de sus intentos por eliminar las pruebas, las autoridades lograron recuperar los videos y fotografías que lo implicaban.

El caso desató una investigación cuando, en mayo de 2020, vecinos en Ciudad de México alertaron a la policía al escuchar los gritos desesperados de una mujer desde el balcón del apartamento de Raymond. La víctima denunció que tras una cita a través de la aplicación Tinder, fue a su casa y luego de tomar una copa de vino perdió el conocimiento. Posteriormente, médicos en México confirmaron que había sido víctima de abuso sexual.

Tras este incidente, Raymond fue trasladado a Estados Unidos, donde renunció a su cargo gubernamental. Además de los 30 años de prisión, la jueza Colleen Kollar-Kotelly ordenó que Raymond cumpliera una sentencia de por vida bajo libertad supervisada y pagara $260,000 en restitución a las víctimas. Después de su liberación, deberá registrarse como delincuente sexual de por vida.

El fiscal federal Matthew M. Graves destacó que la sentencia garantiza que Raymond será marcado como delincuente sexual de por vida y pasará gran parte de ella en prisión. La cooperación entre el Departamento de Justicia de EE.UU. y las autoridades mexicanas, incluida la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Relaciones Exteriores, fueron cruciales en la resolución de este caso, que ha sacudido a ambos países debido a la posición de poder que ocupaba Raymond durante la comisión de sus delitos.

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