En Cuba, el mercado informal de divisas sigue siendo un reflejo claro de las tensiones económicas y la realidad cotidiana de millones de ciudadanos. Hoy, viernes 12 de diciembre de 2025, el dólar estadounidense se cotiza en aproximadamente 440 pesos cubanos (CUP) por unidad, mientras que el euro alcanza cerca de 485 CUP, cifras que muestran una ligera estabilización respecto a los días previos y siguen muy por encima del tipo de cambio oficial.

La diferencia entre el mercado oficial y el informal sigue siendo abismal, lo que evidencia que, para la mayoría de la población, la única referencia real para transacciones y remesas es la que se maneja fuera de los canales estatales.

La MLC, moneda libremente convertible que se utiliza ampliamente en compras en tiendas digitales y comercios con acceso a esta divisa, se mantiene en torno a los 295 CUP por unidad. Aunque esta cifra puede parecer más baja que la del dólar o el euro, la MLC no es fácilmente accesible para todos y su valor fluctúa según la oferta y la confianza de los vendedores en las plataformas digitales y el mercado informal.

Además, otras monedas como el dólar canadiense, el peso mexicano o el real brasileño también circulan en pequeñas cantidades, pero su impacto es menor, y sus precios tienden a reflejar las condiciones del mercado más que la economía oficial.

El mercado informal en Cuba no solo refleja la escasez de divisas, sino también la adaptación de la población a la realidad de vivir con recursos limitados y precios que cambian constantemente. La compra y venta de billetes en efectivo, así como las transferencias digitales mediante aplicaciones como Zelle, se han convertido en herramientas esenciales para quienes dependen de remesas o buscan preservar el valor de sus ahorros frente a la depreciación del peso cubano. Hoy, Zelle se cotiza cerca de 447 CUP, lo que evidencia la importancia de estos canales digitales como alternativa frente a la volatilidad de los billetes físicos.

Más allá de los números, la situación actual refleja la lucha diaria de los cubanos por sobrevivir y mantener el poder adquisitivo en un contexto donde los precios oficiales y los ingresos del salario estatal están completamente desfasados.

La dependencia del mercado informal, junto con la necesidad de remesas familiares, subraya la vulnerabilidad económica y social que enfrenta la población, mostrando un contraste evidente entre la economía oficial y la informal. En este escenario, cada cifra de dólar, euro o MLC no solo es un número, sino un indicador de las dificultades y estrategias que los cubanos desarrollan día a día para mantenerse a flote.

Fuente: El Toque

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