La reciente promoción de recarga internacional de la empresa estatal de telecomunicaciones de Cuba, ETECSA genera una fuerte polémica en las redes sociales. A pesar de estar presentada como una oferta especial por el Día de los Padres, análisis independientes demuestran que el monopolio estatal se queda con el 93.8 % del dinero enviado desde el extranjero.

Según cálculos difundidos por el internauta cubano Henry Alexander, de los 175 dólares que se pagan por la recarga, solo alrededor del 6.2 % se convierte en saldo real para el usuario.

Por ejemplo, una recarga de 175 USD se traduce en apenas 4,000 pesos cubanos (CUP) de saldo y 25 GB de datos móviles válidos por 35 días. Al tipo de cambio informal de 375 CUP por dólar, el saldo real debería ser de aproximadamente 65,625 CUP. Sin embargo, Etecsa entrega solo una fracción de esa cifra, obteniendo un margen de ganancia cercano a los 164.3 USD por recarga.

"Los números son claros, y no se necesita más explicación", afirman numerosos usuarios que llaman a un boicot total de las recargas como forma de protesta.

Además, se ha denunciado que esta estrategia de ETECSA explota emocionalmente a los emigrados que quieren apoyar a sus familiares en la Isla. Al mismo tiempo, excluye a los cubanos que no reciben remesas, profundizando lo que muchos describen como un apartheid digital.

La activista Saily González Velázquez advirtió que esta política podría ser solo el principio de nuevos abusos: "Hoy son las recargas, mañana cobrarán hasta el agua en dólares", escribió en sus redes sociales.

Desde el gobierno, el presidente Miguel Díaz-Canel ha defendido estas medidas, argumentando que ETECSA necesita captar dólares para evitar el colapso de los servicios de telecomunicaciones.

Como parte de esta estrategia, desde el 30 de mayo pasado la empresa impuso sin previo aviso una nueva restricción al consumo de datos móviles a precios accesibles.

Actualmente, los usuarios que deseen usar más de 6 GB mensuales deben adquirir paquetes de datos que cuestan más de tres veces el salario medio en Cuba, o bien depender de recargas internacionales en dólares.

La medida ha sido criticada por diversos sectores, especialmente entre los estudiantes universitarios, quienes consideran que el acceso a internet se está volviendo un privilegio reservado a quienes cuentan con apoyo del exterior.

A pesar de la represión y de las acusaciones oficiales de desinformación, el malestar ciudadano sigue creciendo, alimentando nuevas expresiones de resistencia en el país.

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