El activista y artista cubano Arián Cruz Álvarez, conocido como Tata Poet, rompió el silencio en redes sociales para contar cómo consiguió salir de Cuba tras pasar varios años “regulado” por la Seguridad del Estado, que le prohibió viajar y le negó su pasaporte como castigo por su activismo político.

“Estoy fuera de las garras de esos monstruos”, escribió el poeta en un emotivo mensaje publicado en su cuenta de Facebook, donde relató los años de acoso, chantaje y amenazas que sufrió por parte del régimen. “Discúlpen tanto silencio. Mis ánimos no han sido los mejores, pero me siento muy honrado por todo el apoyo recibido”, añadió.

Según explicó, entre 2020 y 2023 estuvo bajo una medida de “regulación” impuesta por los oficiales Ariel Arnau Grillet (alias Luisito) y Joel Osmani Argüelles (alias Dennis), quienes intentaban forzarlo a abandonar su activismo. “O te callas y te vas, o te metemos preso, pero como estás regulado, tampoco te puedes ir”, le repetían durante los interrogatorios.

A pesar de las presiones, Tata Poet decidió no callarse ni abandonar su compromiso con los derechos humanos, continuando su labor de denuncia, apoyo a presos políticos y asistencia a personas vulnerables. Esta decisión le costó perder su residencia en Italia, país donde había obtenido permiso de residencia en 2018.

Tras múltiples gestiones y con la ayuda de un abogado, finalmente logró que se levantara la restricción de viaje. Poco después, consiguió un visado de un año a Italia, país donde actualmente reside, aunque reconoció que su situación económica no es fácil. “Estoy libre, pero empezar de cero no es sencillo”, admitió.

En su publicación, el activista concluyó con un potente mensaje de resistencia:

“¡Abajo la dictadura, coño! ¡Justicia y libertad para todos los presos políticos!”

Tata Poet, una de las voces más firmes del activismo independiente cubano, había sido detenido en 2022 por protestar por el arresto de su pareja, la artista Rosmery Almeda Tapia, y en 2023 denunció agresiones físicas y amenazas directas de la policía política.

Hoy, desde el exilio, promete seguir alzando su voz por los que aún no pueden hacerlo dentro de Cuba, manteniendo vivo el reclamo de libertad y justicia que lo convirtió en símbolo de resistencia.

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