La segunda parte del interrogatorio a Damián Valdés Galloso, principal sospechoso por la muerte del cantante cubano El Taiger, ha generado un aluvión de reacciones tras la difusión de nuevas y explosivas declaraciones.

El testimonio, grabado en Nueva York y publicado por el periodista Javier Díaz, profundiza en las tensiones entre la versión oficial y la que sostiene Valdés, quien niega rotundamente ser el autor del disparo fatal.

“Eso es manipulado. Yo no creo en eso”, dijo Valdés al referirse a las imágenes que lo colocan en la escena del crimen. Según él, el cantante llegó acompañado por individuos “extraños” que, asegura, eran policías. “No me fueron a pedir 20 mil pesos por gusto. Él le debía dinero a alguien. Yo estoy seguro de que era un policía”, añadió, insinuando que la víctima pudo haber estado envuelta en deudas con agentes del orden.

Valdés sostiene que mantenía una relación cercana con El Taiger desde 2021. Afirma que fue su confidente durante momentos complicados, particularmente cuando el artista lidiaba con problemas de drogas. Sin embargo, sus palabras no concuerdan del todo con la cronología obtenida por las autoridades. Según los investigadores, las cámaras de seguridad muestran a El Taiger llegando solo al lugar, seguido del disparo y la presunta manipulación del cuerpo.

“Eso sí pasó, pero yo no lo maté. 100% que no le disparé”, insistió Valdés, aunque su tono cambió visiblemente cuando fue confrontado directamente por el detective con la pregunta crucial: ¿quién apretó el gatillo? Titubeó, evadió y no dio respuestas concretas. Tampoco fue claro al hablar de la supuesta implicación de su nuera, cuya participación está siendo investigada.

Además, Damián reveló que El Taiger tenía múltiples deudas y que él mismo era acreedor de una por 18 mil dólares.

Detalló que recibía pagos vía Zelle con referencias al cantante, lo que aumentó sus sospechas de que el caso involucra a figuras uniformadas. “Yo digo que esa gente era policía. Por eso tengo miedo. No es otra cosa”, sentenció.

Estas nuevas declaraciones, captadas y divulgadas por Javier Díaz, podrían marcar un giro significativo en el caso y plantean interrogantes aún más serios sobre posibles encubrimientos o redes de corrupción ligadas al crimen.

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