Linet Socarrás Nápoles, es una internauta cubana con un tajante mensaje para aquellos en la isla que siguen con los ojos cerrados, a la realidad del mundo.

“al que no le guste lo que voy a decir ya saben lo que tienen que hacer con todo el respeto que se merecen”, dice.

“Vivo en el Ecuador un país del 3er mundo como muchas personas se refieren a él, pero para mí ha sido mi escuela de observar la vida de una forma diferente”, advierte.

La cubana cuenta en una extensa publicación, cómo ha sido conocer el capitalismo desde la nación suramericana:

“…tuve un bebé en un hospital público, o sea no tuve que pagar 1 dólar por la atención que me brindaron ni por la cesárea que me hicieron, si porque me tuvieron que hacer cesárea, mi habitación solo tenía 2 camas, y era como la de un hotel, el baño limpio, con papel higiénico, jabón, agua caliente , una enfermera pendiente a mi, y eso que fui atendida en un público como decimos aquí…”

“…a lo que quiero llegar es que en tiempo de pandemia mira cómo está un centro comercial abarrotado de comida y de aseo personal, y esto ¿por qué pasará?... y eso que en el Ecuador hay fraudes millonarios, hay desempleo, hay miles de cosas negativas, pero las positivas superan las negativas”.

“…Mi hijito cubano llegó y enseguida comenzó sus estudios en una escuela pública y no le faltó nunca una buena atención, ni clases, ni útiles escolares, ni uniformes…”

La cubana plantea todas sus dudas:

“¿Entonces por qué mi país más nunca ha podido tener estas cosas, por qué tenemos que vivir en la miseria…por qué no podemos trabajar y ganar un salario digno para poder comprar nuestras cosas sin tener que robar al estado, por qué no puedo vender mis artículos por internet, por qué no puedo hacer que mi negocio sea legal?”

¿Por qué no podemos elegir a nuestro presidente, para que haga de Cuba una isla tan comercial, productiva, turística, ganadera, el paraíso que todo cubano sueña?”

“¡Cómo quisiera que todos conocieran el capitalismo. Ah, que hay que trabajar es verdad aquí uno se parte el lomo trabajando pero al final de mes cuando cobra su salario se va a las tiendas y por Dios compras lo que te de la gana y no es malo...Te dan tarjetas de créditos, facilidades de pagos, puedes vivir como persona por Dios como personas, no como esclavos”, añade.

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