Humor que duele: la broma de una doctora cubana que revela la miseria de su profesión (video)
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 11 de agosto de 2025

La comediante cubana Tigresa Tóxica, quien asegura haber ejercido como médica, desató una oleada de reacciones con un video en Instagram en el que, usando humor ácido, expuso la precariedad económica que sufren los doctores en Cuba.
Con frases cargadas de ironía, contrastó el reconocimiento social que recibe el gremio con los salarios insuficientes para vivir dignamente y cuestionó de manera frontal el discurso oficial sobre la pobreza.
En su monólogo, inicia con una provocadora declaración: “Soy doctora en Cuba y te voy a demostrar que con mi salario vivo como una reina… Sí, vivo como una olla Reina: bajo presión y a punto de explotar”. La comparación no quedó ahí; también ironizó que el sueldo de un médico es “como el pene de tu ex: una pinga pequeña que no alcanza para nada”.
La artista abordó la idea de que la vocación no basta para sobrellevar la vida, lanzando una pregunta mordaz: “¿Cuántos files de huevo me puedo comprar con los 20,000 aplausos que me quedan de la pandemia?”. Su sátira tocó un punto particularmente sensible al aludir a las declaraciones de la exministra de Trabajo, Marta Elena Feitó Cabrera, quien negó la existencia de mendigos en la Isla y los describió como personas “disfrazadas”. “¿Tú y yo qué somos? ¿Médicos disfrazados de mendigos? ¡Uy! ¿¡Quién dijo eso!?”, replicó con sorna.
El contexto que rodea estas declaraciones es alarmante. Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el 89% de las familias en Cuba vive en pobreza extrema, mientras los precios de productos básicos como el aceite o el aguacate resultan inalcanzables para quienes dependen de un salario estatal.
En otro ejemplo viral que complementa su denuncia, la usuaria de TikTok @sheyreyes03 mostró lo que puede comprar un médico con su sueldo de 10,000 pesos: 10 libras de arroz, algunas libras de pimientos y tomates, un bote de pasta de bocadito, dos paquetes de perritos calientes, una botella de aceite de girasol y 10 libras de picadillo. La carne, por su elevado costo, quedó fuera de la compra.
El contraste entre la utilización de los médicos en la propaganda estatal y su lucha diaria contra la inflación descontrolada alimenta el malestar en el gremio. La sátira de Tigresa Tóxica, entre risas y verdades incómodas, ha expuesto una realidad que muchos prefieren ignorar: la de profesionales esenciales que, pese a su vocación, sobreviven con salarios que los colocan al borde de la indigencia.