Un grupo de vecinos de un barrio levantado con sus propios esfuerzos en el municipio Cerro, en La Habana, se organizaron para evitar que las autoridades llevaran a cabo el desalojo y demolición de sus viviendas, así como de deportación a las provincias de origen de cada uno.

Fue el portal independiente Cubanet Noticias el que sacó a la luz pública la situación de estos antillanos, la mayoría procedentes del oriente del país, que están haciendo todo lo que pueden para salvar lo que han levantado en la capital.

"Estuve varios días a base de calmantes para los nervios, me puse muy mal esos días, estaba tensa, casi no dormía, y el niño a cada rato me preguntaba que si su casita no se la iban a tumbar. Estábamos muy mal, todo el mundo estaba nervioso de pensar que nos quedaríamos sin hogar", dijo Daniellis López Cordobés.

Asimismo, López Cordobés manifestó que este intento de desalojo ocurrió hace poco menos de tres meses y que, en esa oportunidad, los afectados amenazaron con protestar en la Plaza de la Revolución.

"Nosotros llegamos cuando habló el presidente, que dijo que se podía, y de manera organizada vinimos y limpiamos todo el terreno. Nuestra primera batalla fue contra el caracol gigante africano, esto estaba lleno de eso, y de gomas de carro viejas, repletas de focos de mosquitos, con los que acabamos también.

Hicimos calles y convertimos esto en lo que es ahora, una comunidad para el pueblo", argumentó Roberto Estrada Álvarez, uno de los residentes.

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