Nelva Ismarays Ortega-Tamayo, esposa del activista y preso político cubano José Daniel García Ferrer, denunció que han pasado más de 110 días desde que fue arrestado, al tiempo que aseguró que lo están torturando en la prisión.

A través de sus redes sociales, la doctora explicó que el líder de la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, estuvo 89 días incomunicado.

Por otro lado, explicó que Ferrer solo ha tenido el derecho a dos llamadas: una a los 90 y otra a los 100 días de 18 y 5 minutos respectivamente.

De acuerdo con su denuncia, lo mantienen confinado en minúscula y reducida celda de aislamiento, semidesnudo y expuesto a las picaduras de los mosquitos, con luz artificial noche y día, escasa alimentación y poca ventilación.

Sus palabras íntegras a continuación:

Acaban de cumplirse 114 largos, duros y crueles días desde la detención arbitraria por orden del títere dictador Miguel Díaz Canel y de prisión injusta, arbitraria y cruel en manos de la dictadura Castro Canel Comunista, mi esposo el líder de la Unión Patriótica de Cuba #UNPACU, promotor de #CubaDecide, 3 veces Preso Político de Conciencia, Presidente del Partido del Pueblo #PDP y del Consejo para la Transición Democrática en CUBA #CTDC José Daniel García Ferrer.

Mi esposo está siendo torturado en una de cárceles cubanas de rigor de Santiago de Cuba conocida como Mar Verde, aunque primero le tuvieron en el Centro de Torturas Versalles en la provincia.

Después de 89 días incomunicado pudo ver a su hijo José Daniel Ferrer Cantillo y al día siguiente hablar conmigo donde pudo contarme sobre su estado de salud deteriorado y de las condiciones inhumanas, crueles y degradantes que ha tenido que vivir. Siendo víctima de no solo violencia psicológica sino física al mantenerle durante tanto tiempo desaparecido, secuestrado, semidesnudo, sin atención médica, con pésima alimentación, sin acceso a ver el sol, llamadas ni visitas, etc. Estas últimas son tipos de torturas que no solo violan la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino también la mal llamada Constitución de la República de Cuba.

Solo ha tenido el derecho a dos llamadas: una a los 90 y otra a los 100 días de 18 y 5 minutos respectivamente. Luego de esa última llamada donde supuestamente le darían 5 escasos y limitados minutos semanalmente, llevamos 14 días esperando que suene mi teléfono o el de mi hijastro para recibir la llamada telefónica de mi esposo José Daniel Ferrer. 5 minutos que hace dos semanas determinó darle la dictadura de Raúl Castro y Díaz Canel y nuevamente se les han negado.

Todo indica que sus verdugos, esos sicarios, delincuentes y criminales tiranos han intensificado los mecanismos de torturas psicológicas y físicas que le están aplicando de manera constante y permanente durante estos casi 4 meses.

Mi esposo permanece confinado en minúscula y reducida celda de aislamiento total con la población Penal (no tiene contacto con los presos ni carceleros, solo con autoridades carcelarias, la mal llamada seguridad del estado y el día que accede a ponerse el uniforme a la Dra), totalmente tapiada en la prisión de Mar Verde en Santiago de Cuba. Mazmorra en la que se encuentra semidesnudo pues solo le permiten ropa interior, expuesto a las picaduras de los agresivos mosquitos, con una luz artificial noche y día, pésima y escasa alimentación y apenas ventilación pues no hay ventanas.

Lleva aproximadamente dos meses con sangrado bucal y fuertes e insoportables dolores de cabeza que no descarta ataques sónicos. Así como un mes con falta de aire y presión arterial alta, zumbido en los oídos y problemas en la visión.

No es la primera vez que el dictador Raúl Castro y su títere asesino Díaz Canel han querido destruirle, rendir a mi valiente, admirable y digno líder opositor, mi esposo, algo que no lo han logrado, ni lo van a lograr.

En el año 2003 el tirano mayor Fidel Castro, no pudo aniquilarlo cuando la Primavera Negra. Gracias a papá Dios que siempre está con él y ha puesto sus manos para cuidarle y protegerle no han podido asesinarlo, envenenarlo, ni siquiera cuando mandaron a apuñalarlo.

Hago responsable a Raúl Castro y a Díaz Canel de la integridad física y psicológica de mi esposo José Daniel Ferrer García.

JUSTICIA, LIBERTAD Y VIDA PARA JOSÉ DANIEL FERRER GARCÍA Y TODOS NUESTROS PRESOS POLÍTICOS!

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