Juan Francisco Vilar Hernández, el querido y admirado Juan Pin, periodista, guionista y director de cine y televisión, es una de las personalidades más conocidas de la «generación de los ochenta» en la cultura cubana, también llamada «generación Guillermo Tell» a partir del tema homónimo del cantautor Carlos Varela, donde éste reclama el empoderamiento político y social de la nueva cohorte juvenil.

Juan Pin hace alusión al mal uso de mártires cubanos como Echeverría, Fructuoso Rodríguez, Frank País por parte de lacayos serviles de la dictadura cubana.

"No sé, pero yo creo que los descendientes de los mártires debían demandar al gobierno cubano por utilizar el asesinato de sus familiares para enriquecerse ilegalmente y cobrarle la demanda a los involucrados aquí en Miami. 

"Aclarando: Por mí como si se hacen millonarios, a fin de cuentas, son las reglas del juego en este país (EEUU) y lo que se promueve es crecer económicamente de cualquier manera, sin límites, infinitamente hasta ser tú más rico que tú, o tú mejor vestido que tú, o tú más hermoso que tú, o tú más poderoso que tú. Son pocas las personas que se proponen ser más libres que ellos mismos. Ese concepto de la libertad lo tienen conscientemente anulado por otro que a mí me parece anticuado, conservador, egoísta e ´hijo de putísimo´: Si eres más poderoso que tú, eres más libre que tú.

"Pero yo soy un viejo que ya tiene el pensar más del lado de la muerte que de los deseos de vivir y me parece injusto haber envejecido en una sociedad en la que el gobierno convirtió en libros de texto toda una educación sentimental y ética que solo ha servido para enriquecer al cero coma cero algo de la población. 

"Por eso, los desvergonzados no son el exilio histórico, con el que yo no tengo relación alguna, pero no se enriqueció a costa de sus mártires, ni de mis familiares, ni de las familias de mis amigos. Los desvergonzados son los descendientes de una clase política que se enriqueció sobre la "sangre derramada" y se exhiben sin pudor en las mismas aceras en que fueron asesinados los amigos de sus abuelos, a nombre de sus abuelos, y algunos asesinados a través de los años, directamente por sus abuelos. 

"Casi todo lo demás que ocurrió en mi país, forma parte del mundo de la política y el espionaje y ninguno de los contendientes ha sido santo o menos asesino en esta guerrita que todavía nos involucra como rehenes.

"Pasaron de ser un gobierno de revolucionarios a un gobierno de desvergonzados. ¡Ojalá los demande gente sencilla, puro pueblo, nadie con apellido conocido o motivos políticos! Sencillamente, una demanda ciudadana por desvergonzados y ladrones, y por traicionar la ética y la retórica a la que nos obligaron a través de los libros de texto de las escuelas. Y que se los cobren desde cualquier exilio, porque sería una acción de justicia que no podrían involucrar con las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que seguramente nos daña también".

Tras su enardecida publicación, Juan Pin ha recibido muchísimos comentarios, algunos de los cuales son:

Profesora expulsada de la UNEAC Alina Bárbara López: "Son una verdadera mafia que lucró con el historial y los símbolos de una generación traicionada, y lo peor es que sigue lucrando con nuestras vidas".

Armando Cuba de la Cruz: "Es el imperio absoluto de una oligarquía que perdió todo sentido de la responsabilidad ante la sociedad a la que deberían servir. Son una casta medrando con la miseria del pueblo. Proyectan imagen de servidores altruistas, pero se hicieron con todo bajo esa apariencia y ya ni siquiera ocultan su verdadero rostro".

Carmen Cecilia González: "Los mafiosos disfrazados de ´libertadores´ terminaron sometiendo a muchas generaciones a una ´cadena ideológica perpetua´ mientras ellos crecían su imperio sutil y descaradamente sobre el deterioro y la miseria creciente de los sometidos... y ahi sigue el 0.000000001 en su ´supervivencia´ . Ellos fueron los primeros en violar y traicionar sus ´polizas adoctrinadoras´...y pretendía el patriarca traidor que la historia lo absolviera algún día! Partido sí, pero de INDIGNOS DELINCUENTES"

Interminable serían las opiniones a las palabras de Juan Pin. Reflexiones aparte, la VERDAD está dicha.

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