La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, afirmó que Nicolás Maduro “tiene que irse”, en declaraciones que coinciden con un endurecimiento de la estrategia de Washington contra Caracas, marcada por operaciones navales en el Caribe, nuevas incautaciones de buques y un aumento de la presión política y económica.

Noem hizo estas afirmaciones en una entrevista con Fox News, donde sostuvo que Estados Unidos busca frenar el narcotráfico y cortar los ingresos petroleros del régimen venezolano. Según explicó, las acciones no se limitan a interceptar embarcaciones, sino a enviar un mensaje disuasorio a actores estatales y privados que, a juicio de Washington, participan en actividades ilícitas.

“Estamos enviando un mensaje para todo el mundo: la actividad ilegal en la que participa Maduro no puede tolerarse”, declaró la funcionaria, al tiempo que aseguró que su Gobierno actuará para “defender a nuestro pueblo”, en referencia al impacto del tráfico de drogas en territorio estadounidense.

La secretaria insistió en que el régimen venezolano utiliza los ingresos en dólares provenientes del petróleo para financiar redes de narcotráfico. Estas acusaciones han sido rechazadas de manera reiterada por el chavismo, que niega cualquier vínculo institucional con organizaciones criminales.

Las palabras de Noem se alinean con el discurso del presidente Donald Trump, quien recientemente aseguró que Maduro “tiene los días contados”. No obstante, fuentes oficiales subrayan que el objetivo formal de la actual estrategia es combatir el narcotráfico y proteger intereses petroleros de empresas estadounidenses afectados por sanciones y expropiaciones.

En ese contexto, Washington informó que mantiene una “persecución activa” para interceptar un tercer petrolero en las cercanías de la costa venezolana. El anuncio se produjo después de que Trump ordenara bloquear la entrada y salida de Venezuela de todos los buques sancionados por Estados Unidos, ampliando así el alcance de la presión económica.

El bloqueo es el resultado de varios meses de despliegue militar estadounidense en el Caribe. De acuerdo con el Pentágono, estas operaciones buscan interceptar embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico, una narrativa que Washington sostiene desde hace más de una década.

Estados Unidos también afirma que Maduro encabeza el llamado Cartel de los Soles, una supuesta red integrada por altos mandos civiles y militares venezolanos. Caracas ha negado de forma categórica la existencia de esa organización y califica estas acusaciones como un pretexto para justificar sanciones y acciones de fuerza.

Desde Venezuela, la respuesta ha sido contundente. Maduro calificó de “piratería” la incautación de buques con crudo venezolano y anunció que acudirá a instancias internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, para denunciar estas acciones.

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