Ir al aeropuerto debería ser solo el comienzo de una experiencia agradable, pero muchas veces se convierte en una fuente de estrés por errores que se pueden evitar fácilmente. Las horas previas a un vuelo son decisivas y cualquier descuido puede traducirse en retrasos, pérdida del avión y dinero desperdiciado.

Cada año, miles de pasajeros se quedan en tierra por no planificar bien su llegada al aeropuerto o por desconocer normas básicas que rigen los viajes aéreos. Prepararse con antelación es clave para evitar contratiempos innecesarios.

Uno de los fallos más frecuentes es llegar con poco tiempo. Las aerolíneas recomiendan presentarse con al menos dos horas de antelación para vuelos nacionales y tres para internacionales, ya que los controles de seguridad, el check-in y el despacho de equipaje pueden tardar más de lo esperado, sobre todo en temporadas altas. A esto se suma el tráfico, posibles incidencias en el transporte público o largas colas imprevistas. Llegar justo a la hora indicada suele ser una apuesta arriesgada.

Otro error común es no realizar el check-in online. Este sencillo paso, que puede hacerse desde el móvil o el ordenador, ahorra tiempo y reduce el estrés. Muchas aerolíneas incluso cobran cargos adicionales a quienes no lo hacen con antelación. También es fundamental revisar el estado del vuelo antes de salir de casa, ya que los horarios pueden cambiar por razones operativas o climáticas, y estar desinformado puede llevar a esperas innecesarias o a perder avisos importantes.

El equipaje es otra fuente habitual de problemas. Empacar líquidos en envases mayores a los permitidos, llevar objetos prohibidos o no organizar bien la mochila de mano provoca retrasos en los controles de seguridad. Tener los documentos a mano, como el pasaporte, el DNI o la tarjeta de embarque, evita nerviosismo y pérdidas de tiempo en los puntos de control.

Además, muchos pasajeros ralentizan el proceso de seguridad por no prepararse adecuadamente: no vaciar los bolsillos, no retirar dispositivos electrónicos o desconocer las normas básicas genera inspecciones adicionales.

Finalmente, una vez en la sala de embarque, distraerse con el móvil, dormirse o ignorar los anuncios puede hacer que se pierda el llamado final. Estar atento a las pantallas y escuchar las indicaciones es esencial. Con una mínima planificación y atención, es posible evitar estos errores y comenzar el viaje de forma tranquila y organizada.

Fuente y foto: StarsInsider

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