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Epidemia de dengue y chikungunya paraliza a Cuba

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 22 de diciembre de 2025

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En Cuba, cuando alguien presenta fiebre alta, dolores intensos en las articulaciones o apenas puede levantarse de la cama, la respuesta se ha vuelto casi automática: “es el virus”. Así llaman hoy muchos cubanos a una epidemia silenciosa de dengue y chikungunya que se extiende por la isla, ha paralizado la vida cotidiana y deja al descubierto las profundas grietas del sistema de salud. Las autoridades reconocen al menos 55 fallecidos, aunque expertos alertan sobre un posible subregistro.

Bajo ese término genérico se agrupa la circulación de varios arbovirus —dengue, chikungunya y oropouche— transmitidos por mosquitos, una situación reconocida por el propio Ministerio de Salud Pública y por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los síntomas son severos: fiebre elevada, vómitos, diarreas, erupciones en la piel y fuertes dolores articulares. En muchos casos, las secuelas se prolongan durante semanas o incluso meses, dejando a los pacientes con movilidad reducida y un desgaste físico notable. “Matanzas parece hoy una ciudad de zombis… basta con salir a la calle y mirar”, relató la cubana Yirmara Torres Hernández en declaraciones recogidas por la BBC.

Pese a la gravedad del cuadro clínico, numerosos enfermos evitan acudir a hospitales y policlínicos. La razón es tan conocida como preocupante: el sistema sanitario está al límite. Pacientes y familiares denuncian la falta de medicamentos, insumos básicos, pruebas diagnósticas y personal médico. La migración masiva de profesionales de la salud y los salarios que rondan los 30 dólares mensuales han dejado hospitales con plantillas mínimas.

“En los hospitales solo mandan hidratación y paracetamol. No hay un diagnóstico real”, aseguró un profesor habanero que pidió anonimato. Esta atención limitada ha empujado a miles de personas a tratarse en casa, recurriendo a la automedicación y a remedios improvisados.

Las cifras oficiales indican que más de 47.000 personas han padecido chikungunya y más de 30.000 dengue, según reconoció la viceministra de Salud, Carilda Peña. No obstante, especialistas independientes advierten que el número real de casos podría ser mucho mayor, debido a que muchos enfermos nunca llegan a ser contabilizados.

La crisis sanitaria se ve agravada por factores estructurales: apagones prolongados, acumulación de basura y escasez de agua potable, condiciones ideales para la proliferación del mosquito. “Si no hay luz, no hay ventiladores ni aire acondicionado, y los mosquitos entran y te pican”, resume un residente.

Mientras el gobierno retoma campañas de fumigación y anuncia ensayos de tratamientos para aliviar las secuelas del chikungunya, millones de cubanos siguen enfrentando la enfermedad desde sus casas. En la isla, el virus ya no es solo una amenaza sanitaria, sino otro síntoma visible de un país en crisis profunda.

(Con información de El Heraldo)


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