La situación del preso político cubano Yosvany Rosell García Caso, quien este 1 de diciembre cumple 40 días en huelga de hambre, está movilizando nuevamente a miembros de la sociedad civil dentro y fuera de la Isla. Su estado es crítico y el riesgo de muerte aumenta con cada hora que pasa. En este contexto, un grupo numeroso de cubanos ha dado un paso decisivo: entregar una carta en la Santa Sede, en Roma, dirigida al Papa León XIV, solicitando su mediación humanitaria para salvar la vida de este joven padre de familia.

La misiva, firmada por su esposa, familiares y un extenso grupo de intelectuales, artistas, activistas y ciudadanos, apela al carácter humanitario y pastoral del Sumo Pontífice. En ella explican la gravedad del deterioro físico de Yosvany, quien ya había sufrido secuelas profundas por una huelga de hambre anterior de 21 días.

Con apenas 37 años, padre de tres niños y encarcelado desde hace más de cuatro años por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021, su situación se ha convertido en símbolo del sufrimiento que viven muchos presos políticos en Cuba.

La carta también fue entregada simultáneamente en la Nunciatura Apostólica en La Habana, con respeto y esperanza, como gesto de urgencia ante un posible desenlace fatal. En el documento se subraya que la vida humana es sagrada y que la dignidad del individuo debe estar en el centro de cualquier visión ética, principios que la Iglesia Católica ha proclamado históricamente. Por ello, los firmantes piden que la Santa Sede considere una mediación que permita obtener para Yosvany una licencia extrapenal, atendiendo al deterioro extremo de su salud.

La publicación de esta iniciativa generó un amplio apoyo en redes sociales. Desde oraciones hasta adhesiones espontáneas, decenas de personas han solicitado agregarse a la lista de firmantes. La propia Iglesia Católica en Cuba, que ha acompañado a la familia desde el inicio, ha sido mencionada con gratitud por su acompañamiento humano y espiritual en estos momentos de angustia.

La profesora Alina Bárbara López Hernández, una de las voces más visibles del pensamiento cívico cubano, subrayó que este esfuerzo no es político, sino profundamente humano: “Se trata de salvar la vida de un hijo, un padre y un hermano”. La huelga de hambre, como ella explica, no es un acto temerario, sino un recurso desesperado cuando un ser humano siente que le han sido arrebatadas todas las vías para reclamar justicia.

La súplica continúa abierta. La familia de Yosvany, junto a cientos de cubanos dentro y fuera del país, esperan que esta carta llegue al corazón del Santo Padre y pueda propiciar un diálogo que evite una tragedia irreversible. La vida de Yosvany pende de un hilo, pero la solidaridad insiste en no abandonarlo.

Fuentes: Manuel Alejandro Yong

Prof. Alina Bárbara López Hdez.

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