Entre el desprecio y la negación: Elaine Acosta denuncia la ofensiva oficial contra los más vulnerables
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 27 de abril de 2025

Entre la represión y la indiferencia: Elaine Acosta alza su voz contra el trato a los deambulantes en Cuba
En un contexto donde las crisis económicas y sociales han empujado a sectores cada vez más amplios de la población a la marginalidad, el gobierno cubano ha optado por un enfoque represivo en vez de atender las causas profundas de estos problemas. Así lo denuncia la académica Elaine Acosta, quien expresó su profunda molestia por las recientes medidas oficiales dirigidas a "erradicar" a los deambulantes, tratados más como una plaga que como seres humanos en situación de extrema vulnerabilidad.
Acosta señala que la narrativa oficial emplea un lenguaje bélico y deshumanizante. Se habla de "grupos de enfrentamiento a conductas nada positivas", como si la pobreza y la exclusión fueran un acto deliberado de desafío social, y no la consecuencia inevitable de un deterioro económico sistemático que lleva décadas profundizándose. Desde declaraciones judiciales que consideran la mendicidad incompatible con el “proyecto social cubano” hasta directrices gubernamentales para “erradicar el mal” que representa la indigencia, el discurso oficial criminaliza la pobreza en lugar de ofrecer soluciones integrales.
La académica critica especialmente las recientes declaraciones del presidente cubano, quien durante una visita oficial distinguió entre los deambulantes "verdaderamente vulnerables" y aquellos que, según su criterio, “son descarados” o "farsantes". Esta diferenciación, lejos de atender las causas estructurales de la marginalidad, refuerza estigmas y justifica el abandono institucional. Como bien apunta Acosta, mientras se siga viendo la indigencia como un problema de elección personal, de fallos familiares o trastornos individuales —y no como el resultado de políticas públicas fallidas, desigualdad estructural y precarización generalizada—, ninguna campaña podrá erradicar lo que llaman "el mal".
Además, el tratamiento de fenómenos como el trabajo infantil, la drogadicción y la pobreza extrema como problemas individuales invisibiliza la profunda fractura social que atraviesa la isla. Elaine Acosta llama a un cambio radical en el enfoque: reconocer las raíces sociales y económicas de estas problemáticas y diseñar políticas que aborden las verdaderas causas de la exclusión, en lugar de militarizar la pobreza o relegarla al olvido tras una represión simbólica y física.
Así, su denuncia se convierte en una advertencia urgente: mientras se continúe negando la realidad estructural de la crisis, el sufrimiento de los más vulnerables no solo persistirá, sino que crecerá, sepultado bajo discursos de falso triunfalismo y medidas punitivas.