Desde este martes (31:05:22) entra en vigor una nueva regla establecida por el Gobierno del presidente Joe Biden cuyo objetivo adelantado es acelerar el proceso las peticiones de asilo de los migrantes en la frontera de Estados Unidos con México.

La medida permitirá que oficiales del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) consideren las solicitudes de asilo de ciertos solicitantes sujetos a deportación acelerada que han logrado establecer un temor de persecución o tortura en sus países de origen, reporta EFE.

Un artículo de Univisión aclara entonces que sujeto a esta nueva disposición “ya no serán los jueces de inmigración los únicos que otorguen la protección humanitaria, sino que ahora se sumarán los agentes de asilo del servicio de inmigración”.

La iniciativa dada a conocer por los Departamentos de Justicia (DOJ) y Seguridad Nacional (DHS) a finales de marzo anunciaba la Norma Final Provisional de Asilo cuya puesta en marcha “otorga poderes discrecionales temporales para conceder, referir o rechazar peticiones antes de que estas lleguen a los tribunales de inmigración”.

Según ambos ministerios la regla será puesta en marcha “debido a los retrasos judiciales existentes”.

De acUerdo con datos de la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (Corte de Inmigración -EOIR-), a finales de abril se tenían acumulados más de 1.7 millones de casos.

En declaraciones desde el Departamentos de Seguridad Nacional a través de dicha Norma se pretende “mejorar y acelerar el procesamiento de solicitudes de asilo presentadas por no ciudadanos sujetos a deportación acelerada, asegurando que aquellos que son elegibles para asilo reciban ayuda rápidamente, y los que no lo son sean puestos en proceso de expulsión acelerado”.

De hecho, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, Alejandro detalló en un comunicado que “a medida que implementemos esta regla transformadora a través de un enfoque por etapas, reduciremos los tiempos de procesamiento y la acumulación de años en los tribunales de inmigración”.

Mayorkas advirtió que en ese contexto de prevé reducir de cinco años a seis meses “el tiempo de espera promedio para que los solicitantes de asilo que ingresan por la frontera sur reciban una decisión en sus casos”.

En teoría, “las personas que reúnan los requisitos para el asilo recibirán protección más rápidamente”, y las que no los reúnan serán expulsados “rápidamente en lugar de permanecer en Estados Unidos durante años mientras sus casos están pendientes”.

Para el abogado José Guerrero de Miami, entrevistado por Univisión no está muy claro hasta qué punto la nueva norma ayudará a descongestionar la frontera. "Definitivamente, no la va a descongestionar por ahora, pero va a ayudar, en cierto modo, a reducir el atasco en la Corte de Inmigración", comentó a ese medio.

El DHS ha confirmado que la implementación de la regla será gradual y comenzará con un número pequeño de personas, en estos momentos bajo custodia en dos centros de detención en Texas.

Por ahora podrán ser parte del nuevo programa, sólo los solicitantes de asilo que les digan a los funcionarios fronterizos de EE. UU. que planean residir cerca de Boston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Newark o San Francisco.

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