Descubren en Artemisa el cadáver de un hombre desaparecido hace más de dos décadas, asesinado por su propio hijo

En un impactante giro de los acontecimientos, los restos del dueño de una casa en Artemisa, conocido como Pepín, fueron descubiertos después de más de 20 años de su desaparición. El hallazgo se produjo cuando un grupo de albañiles realizaba reparaciones en la base de un antiguo clóset en la vivienda.

La macabra verdad salió a la luz cuando Jorgito, el mayor de los hermanos y asesino confeso, reveló los detalles escalofriantes del crimen. Según su confesión, desmembró la cabeza del cuerpo de su padre antes de enterrarlo en el mismo lugar. Esta brutalidad y falta de compasión han dejado a la comunidad en estado de shock y consternación.

Durante todos estos años, Elvis, el hijo menor, vivió en la misma casa, esperando el regreso de su padre sin saber que sus restos yacían enterrados bajo su propio techo, mientras su hermano guardaba el oscuro secreto.

El horrendo crimen ocurrió en Calle 29, frente al policlínico Tomás Romay en Artemisa. La comunidad local, aún en estado de incredulidad, espera que Pepín finalmente pueda descansar en paz y que se haga justicia para este acto de extrema brutalidad.

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