En un giro histórico, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció este miércoles que Israel y Hamas han aceptado la “primera fase” de su plan de paz para Gaza, marcando un avance significativo tras casi dos años de conflicto intenso. 

El acuerdo contempla la liberación de todos los rehenes israelíes en poder de Hamas y un repliegue parcial de las tropas israelíes hacia una línea previamente acordada. Hamas, por su parte, se comprometió a detener las hostilidades y facilitar el acceso de ayuda humanitaria a Gaza. 

El anuncio fue realizado por Trump a través de su plataforma Truth Social, donde aseguró: “Todos los rehenes serán liberados muy pronto, y Israel retirará sus tropas a una línea acordada como primer paso hacia una paz duradera”. Tras conocerse la noticia, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el día como “grandioso” para Israel y convocó a su gabinete para aprobar formalmente el pacto. 

Aunque el acuerdo genera esperanza, persisten interrogantes críticos: ¿qué ocurre con la desmilitarización de Hamas?, ¿cómo se regulará la gobernanza de Gaza? Además, la implementación del pacto dependerá de su adhesión estricta por ambas partes y del papel de los mediadores regionales como Egipto, Qatar y Turquía. 

Este pacto, de confirmarse plenamente, representa uno de los avances diplomáticos más firmes en la disputa Israel-Hamas desde el estallido del conflicto, y sitúa a Trump nuevamente como figura central en Oriente Medio. 

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