En Cuba hay actualmente más de seis mil empresas privadas registradas de manera oficial, según un reporte de la prensa oficialista-

De acuerdo a los datos difundidos por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y recogidos por el diario Juventud Rebelde, en Cuba hay aprobadas 6026 Micro, Pequeñas y Medianas empresas (Mipymes) privadas, además de otras 75 estatales y 60 cooperativas no agropecuarias.

"Ya suman 6161 los actores económicos aprobados desde el inicio del proceso en septiembre de 2021. De ellas 6026 son privadas, 75 estatales y 60 cooperativas no agropecuarias", indicaron.

"Por su origen, el 52 por ciento (%) son reconversiones de negocios preexistentes y el 48 % corresponde a nuevos emprendimientos. En total se estima que estos actores económicos generen 104 721 nuevos puestos de trabajo en la economía", agrega.

Según explicaron de los actores económicos aprobados recientemente, 144 forman parte de proyectos de desarrollo local y 13 están incubadas en el Parque Científico y Tecnológico de La Habana.

Las Mipymes son actores económicos con personali­dad jurídica, tanto estatales como priva­dos, dedicados a la producción de bienes y servicios y que se clasifican por tamaño según sus características.

Un reporte del diario Trabajadores explica los detalles de la clasificación de este tipo de negocios:

En el caso de las micro, hay de 1 hasta 10; pequeña, de 11 hasta 35; mediana, de 36 hasta 100.

Oscar Luis Hung Pentón, presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, explicó recientemente por qué la diferencia en la cantidad de este tipo de negocios aprobados en el sector privado y el estatal.

"En primer lugar hay un número importante de mipymes que son reconversión de negocios anteriores, y otro grupo a mi jui­cio, que aunque no se clasifique como reconver­sión, se ha desprendido de negocios privados y cooperativas, pasando de la forma cooperativa a la privada. No es menos cierto que muchas se financian con dinero proveniente de remesas del exterior que apuestan por negocios familia­res y se constituyen en mipymes", dijo.

“En el caso del sector estatal no siempre la empresa estatal está dispuesta a ceder un área altamente productiva, un buen taller, una actividad lucrativa, que en alguna me­dida disminuye sus ingresos directos. Y también pasa porque trabajar en el sector empresarial estatal es una garantía de salario para quienes allí laboran y no siem­pre sus directivos están dispuestos a asumir riesgos en una nueva forma empresarial. De cualquier manera es algo a promover y soy de los que piensan que la situación debe trans­formarse con un saldo más favorable a la apertura de mipymes estatales”, agregó.

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