Un enorme proceso inversionista se lleva a cabo en la empresa Tropical Contramaestre S.A., con capital dispuesto por la firma accionista Tropical Food Investment Caribbean S.A., radicada en Panamá.

Según ha relatado la prensa oficialista en estos momentos “acondicionan las naves donde serán instaladas las líneas de producción, reparan las cubiertas, habilitan almacenes y precisan las restantes transformaciones del exigente cambio a afrontar”. 

La ambiciosa puesta en marcha prevé que “de las dos líneas de cítricos y de procesamiento de frutas con que contaban, llegarán a unas 15 de mayor productividad y eficiencia, con motores muy económicos de

última generación, un notable ahorro energético y de agua, cuyo montaje no es complicado y deben estar funcionando a finales de año”, aseveran.

Para poder abastecer a la nueva instalación los directivos que llevan a cabo el proceso manifiestan que de las 800 toneladas de tomate que se necesitaban anteriormente, ahora deberán obtenerse unas 22 000 toneladas para la elaboración de 32 tipos de salsas, por lo que “se estima producir seis variedades de alto rendimiento para suplir esa demanda.

Mientras, la flamante fábrica tendrá una  línea multifrutas  que procesará “el mango, níspero, zapote

(mamey), anón, tamarindo y otras frutas exóticas, para algunas de las cuales se diseñan máquinas recolectoras y peladoras, y se reforzarán las de llenado en diferentes formatos de jugos, néctares, troceado o glaceado”, advierten.

El plan, también incluirá “vegetales empacados frescos y troceados, combinaciones con aceitunas, mayonesa, minidosis de café, cacao y diversas cremas, coco de agua, maíz, arroz y frijoles precocidos, presentados como en el caso de las frutas en frascos de cristal importados, para aquellos destinados a la exportación, y en otro tipo de envases los del mercado interno”, aseguran. 

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