En lugar de recibir juguetes, ropa, zapatos; en lugar de estar pensando en estudiar y llegar a la Universidad, el adolescente de 14 años Christian trabaja para mantenerse y mantener a su familia y su mayor alegría ha sido el envío de instrumentos necesarios para realizar su labor de barbero. Esto sucede en Bayamo, Granma, pero puede acaecer en cualquier rincón de una Isla para cuyos gobernantes ha quedado a un lado aquel célebre pensamiento martiano de que "los niños nacen para ser felices"

Así las cosas, barberos cubanos en Miami hicieron llegar a Christian, instrumentos para mejorar su trabajo y que aumente su clientela en pos de ayuda a u familia. 

Trabajadores de la barbería Adonay 01 Barber Shop de Miami enviaron una caja de herramientas al niño granmense. En un mensaje publicado en Instagram, el equipo de trabajo de la barbería, que queda en la 5305 SW 8th St, de Miami, mostró algunos utensilios y herramientas de corte que le fueron enviados al menor a Cuba.

Especialmente Adonay, el representante del negocio, mostró sus tijeras personales, las cuales regaló al niño como una muestra de apoyo entre colegas.

"Son las que yo uso personalmente y te las voy a mandar para que les des uso allá en Cuba", señaló emocionado. "Sigue así, no le bajes mi rey".

Los barberos cubanos en Miami se sintieron conmovidos luego de que circulara en redes sociales el video de un niño llamado Christian, de 14 años, que ejerce ese oficio desde los 12 para sostener a su familia en Bayamo. En un pequeño puesto improvisado en su barrio, realiza cortes de cabello y afeitados a precios bastante bajos.

El muchacho vive con su abuelo, su tía y una hermana menor de siete años, quienes dependen en gran medida de los ingresos que él genera.

Además de su trabajo como barbero, Christian vende carbón y yuca para sumar ingresos y ayudar a su familia, en un país donde el gobierno afirma que no existe el trabajo infantil ¿Cambió de nombre ahora la explotación infantil?

Resulta inaudito que en Cuba, donde siempre se ha alabado el pensamiento de Martí existan niños que como Christian tengan que trabajar debido a la difícil situación económica que viven. A pesar de que el gobierno afirma que no existe el trabajo en esas edades, la realidad demuestra lo contrario y obliga a muchos niños a trabajar para contribuir al ingreso familiar.

La comunidad internacional, especialmente en redes sociales, ha mostrado solidaridad y apoyo hacia Christian. Se han realizado llamados para donar herramientas y productos de barbería que puedan mejorar sus condiciones de trabajo. La historia de Christian ha generado una respuesta empática y de colaboración. Su historia es un reflejo de la creciente crisis económica en la Isla, donde muchos niños y adolescentes se ven obligados a trabajar para contribuir al sustento familiar. Este fenómeno evidencia las carencias y dificultades que enfrenta la población, especialmente la más joven, en ese país.

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