La escuela autónoma Mater Academy, ubicada en 7901 NW 103rd St., en Hialeah Gardens, activó este martes un operativo de emergencia luego de que dos estudiantes resultaran intoxicadas tras consumir un alimento presuntamente contaminado, según informó el canal Local 10.

Testigos relataron que ambas niñas fueron vistas visiblemente afectadas, llorando y en estado de angustia, mientras eran trasladadas en ambulancia, una escena que generó alarma entre padres, alumnos y personal docente del centro educativo.

De acuerdo con Lynn Norman-Teck, portavoz de la Alianza de Escuelas Charter de Florida, la escuela actuó de inmediato al recibir el reporte de malestar. “Se contactó a los servicios de rescate y las estudiantes están siendo evaluadas y atendidas médicamente. La situación se mantiene bajo observación constante, y la seguridad y el bienestar de nuestros estudiantes continúan siendo la máxima prioridad”, indicó en un comunicado oficial.

El reporte más reciente señala que ambas estudiantes se encuentran en condición estable. Sin embargo, persisten interrogantes sobre el origen del alimento ingerido. Estudiantes entrevistados por el medio local aseguraron desconocer qué consumieron sus compañeras o de dónde provenía la comida.

El incidente ocurre en un contexto de preocupación creciente por hechos similares en centros escolares del sur de Florida. Recientemente, en la Margate Middle School, varios estudiantes se enfermaron tras ingerir un refrigerio comestible adulterado. En ese caso, entre siete y ocho alumnos consumieron una sustancia no identificada; cuatro de ellos requirieron hospitalización, mientras el resto fue enviado a sus hogares.

Especialistas advierten que el consumo de alimentos contaminados puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, fiebre y fatiga, además de deshidratación, dolores de cabeza y escalofríos. La gravedad del cuadro depende del tipo de contaminante y la cantidad ingerida, y en casos severos puede derivar en complicaciones mayores.

Las autoridades escolares no han confirmado aún el origen del alimento ni si se trató de un producto traído desde el exterior del plantel o adquirido dentro de la escuela. Mientras tanto, padres y miembros de la comunidad educativa exigen mayor claridad y medidas preventivas para evitar que hechos similares se repitan.

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