El reciente aumento en los precios de los servicios de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) ha generado un fuerte impacto en el acceso a datos móviles y la comunicación digital dentro del país.

La medida, que forma parte de una política de ajuste económico en medio de una crisis prolongada, afecta a programas y plataformas que dependen del acceso constante a internet para transmitir información o mantener comunicación con sus audiencias. Uno de los casos más destacados ha sido la posible suspensión de las transmisiones en vivo del programa oficialista “Con Filo”.

“Con Filo” es un espacio mediático que defiende la postura del gobierno cubano, y su operación requiere acceso a datos móviles para realizar transmisiones directas. Sin embargo, con el nuevo aumento de tarifas impuesto por ETECSA, parece que incluso este programa no puede garantizar la conectividad necesaria para sus directas.

Los presentadores Michel Torres y Gabriela Fernández han señalado que los recargos económicos dificultan mantener la red de datos para sostener sus emisiones en vivo, lo que pone en riesgo la continuidad de su aparato propagandístico. Esta situación evidencia que el encarecimiento del acceso a internet no solo afecta a la población general, sino también a quienes defienden la narrativa oficial desde el interior y el exterior de Cuba.

Las redes sociales y comentarios públicos reflejan la preocupación de la ciudadanía cubana ante las dificultades para acceder a internet y el impacto que esto tiene en la libertad de expresión y el flujo de información.

Sin embargo, muchos usuarios no creen que esto suceda con las emisiones en vivo de sus presentadores, argumentando que aquellos que defienden al gobierno suelen recibir facilidades como recargas gratuitas o teléfonos con acceso ilimitado.

Para el resto de la ciudadanía, el incremento en las tarifas genera un escenario complejo, en el que la población en general enfrenta una mayor limitación para comunicarse y denunciar problemáticas sociales.

Además, se señala que las remesas y recargas desde el extranjero, especialmente enviadas por emigrados cubanos, constituyen un soporte importante para muchas familias dentro de Cuba. Algunos comentarios sugieren que un boicot colectivo a las recargas digitales podría presionar económicamente al régimen, afectando su capacidad de mantener estructuras propagandísticas y control informativo.

Hay quienes opinan que el gobierno continuará garantizando acceso preferencial a sus funcionarios y seguidores más cercanos, lo que profundizaría la desigualdad en la disponibilidad de recursos digitales.

El incremento de precios por parte de ETECSA provoca un efecto dominó en la comunicación y el acceso a la información en Cuba, generando tensiones tanto en medios oficiales como entre la población común. Las restricciones digitales se insertan en un contexto más amplio de crisis económica y social, donde la conectividad se vuelve un recurso estratégico para la propaganda y para la movilización ciudadana. Las reacciones públicas revelan un ambiente polarizado en el que el acceso a datos móviles es también un instrumento de poder y control.

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