Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron ayer la eliminación de Mahmoud Afana, miembro de la unidad de élite Nukhba de Hamás, en un bombardeo ejecutado en Deir al-Balah, en la Franja de Gaza.

La noticia fue inicialmente difundida por medios palestinos y posteriormente verificada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.

Afana adquirió notoriedad cuando una grabación de una llamada telefónica a sus padres se hizo pública.

En dicha conversación, se jactaba de su participación en la masacre del 7 de octubre de 2023 en el kibutz Mefalsim, afirmando haber matado a una decena de judíos —entre ellos un matrimonio— y celebrando el suceso como un logro personal.

Se hacía llamar “héroe”, un calificativo que sus padres recibieron con aparente orgullo, hecho que desató una fuerte indignación internacional.

La eliminación de Afana ocurre en el marco de una operación más amplia dirigida a desmantelar estructuras terroristas vinculadas a la matanza del 7-O, en la que murieron más de 1.200 personas y cerca de 250 fueron tomadas como rehenes.

Esta acción representa una continuación de la estrategia de Israel orientada a responsabilizar directamente a quienes participaron activamente en ese ataque.

Las FDI han reiterado su compromiso de neutralizar a los instigadores del terrorismo, buscando justicia y prevención de futuras agresiones.

Reacción internacional

Aunque no se informaron reacciones diplomáticas inmediatas, fuentes israelíes destacan que el impacto simbólico de la operación podría fortalecer el respaldo nacional a las acciones militares y, asimismo, intensificar la presión internacional sobre Hamás y sus redes de apoyo.

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