El robo de aceite de transformadores: ¿una excusa absurda para justificar los apagones en Cuba?
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 15 de septiembre de 2024
En un nuevo intento por justificar los continuos apagones que afectan a Cuba, la Unión Eléctrica ha señalado el robo de aceite dieléctrico de transformadores como uno de los principales factores responsables de las interrupciones del servicio eléctrico. A través de un comunicado, las autoridades han informado que, junto con el Ministerio del Interior y la Fiscalía General, están implementando medidas para enfrentar el robo de este costoso lubricante, argumentando que los hurtos causan averías prolongadas, afectando no solo a la población, sino también a sectores clave de la economía.
Sin embargo, este tipo de explicación resulta no solo inconsistente, sino también absurda. Robar el aceite dieléctrico de un transformador no es una tarea simple, y el hecho de que se apunte a esta actividad como una causa de los apagones actuales parece más una excusa que una justificación técnica seria.
El mantenimiento y la estabilidad del sistema eléctrico cubano han sido temas de debate durante años. Atribuir los prolongados cortes de luz a un grupo de individuos supuestamente capaces de acceder a transformadores, extraer el aceite y evitar ser electrocutados en el proceso, resulta difícil de creer para cualquier persona familiarizada con la complejidad del sistema eléctrico.
Extraer aceite de un transformador es una operación extremadamente riesgosa, tanto por la alta tensión de los equipos involucrados como por las medidas de seguridad requeridas para evitar accidentes fatales. No es una tarea que pueda realizarse fácilmente, y mucho menos por personas sin el conocimiento técnico necesario. Entonces, ¿por qué las autoridades insisten en este argumento?
La realidad es que los problemas del sistema eléctrico cubano son estructurales, derivados de años de falta de inversión, negligencia y la ineficiencia de una infraestructura obsoleta. El robo de aceite de transformadores, en caso de que realmente ocurra, no sería suficiente para explicar las masivas y prolongadas interrupciones del servicio que han afectado al país durante meses.
El argumento presentado parece más una distracción, un intento por desviar la atención de los problemas más profundos que aquejan al Sistema Eléctrico Nacional. No se puede seguir culpando a factores aislados, como el supuesto hurto de un lubricante, cuando lo que está en juego es la capacidad del Estado para mantener un servicio básico y esencial para la vida diaria de los cubanos.
Los apagones son un reflejo de la crisis energética más amplia que sufre el país, una crisis que las autoridades han sido incapaces de gestionar adecuadamente. Si bien la falta de recursos y las dificultades económicas son parte de la ecuación, resulta incomprensible que se sigan ofreciendo justificaciones tan inverosímiles.
En lugar de enfrentar la verdadera raíz del problema, el gobierno opta por culpar a circunstancias que resultan difíciles de corroborar, desviando la atención de su responsabilidad en el colapso de un sistema que ya no puede garantizar un suministro de energía estable.