Cada 28 de febrero, Cuba "celebra" el aniversario de los CDR, una organización de masas creadas por Fidel Castro en 1960 con el objetivo de controlar al pueblo bajo el tapiz de organizar la vida comunitaria y ayudar a los más necesitados de cada localidad. La realidad ha sido bien distinta porque los Comités de Defensa de la Revolución no son más que un órgano coercitivo, represivo, de vigilancia constante que cercenan de raíz cualquier indicio de oposición o disidencia.

A propósito del aniversario de los CDR, Gerardo Hernández Nordelo, espía liberado hace más de una década y hoy presidente de dicha organización, exhortó a la población a través del Noticiero Nacional de la Televisión "a no dejar pasar por alto la fecha a pesar de las dificultades del país, de los momentos que vivimos, a pesar de los problemas económicos. Que la gente, con el entusiasmo que siempre ha caracterizado a los cubanos, ahí, en su cuadra, no deje de pasar por alto la fecha, ¡todos somos cederistas!"

Increíble tal grado de desfachatez ¿por qué no se preocupa este personaje que caminaba las calles del municipio capitalino Cerro en período electoral, prometiendo arreglo de techos y ubicación de personas afectadas por los derrumbes, de cumplir sus promesas?

¿Por qué no indaga sobre los niños que van para la escuela sin desayunar y al regresar, sus madres no tienen qué poner en la mesa? ¡Menudo descaro el de este personaje que seguramente no pasa ninguna limitación y sus hijos viven espléndidamente!

¿Es que nadie ve la penosa situación que asiste a muchos padres que viven en la turbación de no saber qué será de ellos, de sus hijos, de los abuelos tan vulnerables cuando van a la mesa? ¿es que el presidente de los CDR utiliza el transporte público diario, o sea, sus pies, para ir al trabajo? O cuando va a un mercado, mirar solamente no comprar a no ser que tengas FE (familia en el extranjero). Se cuestionará el afamado "héroe" ¿si vendrá el agua o cuándo regresará la luz?

De esas cuestiones son de las que se debería de ocupar Gerardo Hernández Nordelo y no de pedirle a un pueblo hambriento y degradado que no olvide el 28 de septiembre.

Los Comités de Defensa son historia, obsoletos; organización añeja y sucia que para lo único que funciona es para seguir "chivateando" a cuanta persona proteste o levante la cabeza en el rebaño.

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