Un nuevo hecho de violencia sacudió a la provincia de Holguín en plena Nochebuena, cuando una joven fue brutalmente apuñalada durante una fiesta popular en el poblado de Mir, perteneciente al municipio Calixto García, según información divulgada por la página de Facebook La Tijera, que ha dado seguimiento a sucesos de este tipo en distintas zonas del país.

De acuerdo con los datos compartidos, el ataque ocurrió la noche del 24 de diciembre, en un contexto festivo que terminó convertido en escena de caos y desesperación. La víctima, identificada como Yarisleidis, sufrió heridas de extrema gravedad tras recibir una puñalada que comprometió órganos vitales.

La situación se tornó aún más crítica debido a la falta de comunicación con la localidad de Buenaventura, lo que impidió solicitar de inmediato una ambulancia. Este fallo provocó un retraso considerable en la atención médica, en un momento en el que cada minuto resultaba decisivo para salvarle la vida.

Tras múltiples dificultades, Yarisleidis logró ser trasladada a un centro hospitalario, donde fue sometida a una cirugía de emergencia. Según la información publicada por La Tijera, la agresión le ocasionó lesiones severas en el bazo, la vejiga y el intestino delgado, lo que obligó a una intervención quirúrgica compleja.

Actualmente, la joven se encuentra en proceso de recuperación, aunque su estado de salud continúa siendo reportado como de cuidado, bajo estricta vigilancia médica. Familiares y personas cercanas permanecen a la espera de una evolución favorable, mientras crece la preocupación por la inseguridad que se vive incluso en pequeñas comunidades rurales.

Este hecho vuelve a poner sobre la mesa dos problemas que afectan de manera creciente a la población cubana. Por un lado, el incremento de la violencia, incluso en fechas tradicionalmente asociadas a la reunión familiar y la tranquilidad. Por otro, las graves carencias del sistema de emergencias y de salud, especialmente fuera de los principales centros urbanos.

La imposibilidad de contar con una ambulancia o de establecer comunicación rápida en una zona rural evidencia la fragilidad de los servicios básicos, una situación que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En este caso, el retraso en la atención médica agravó el riesgo para la víctima, que dependió más de la improvisación y el esfuerzo de terceros que de un sistema de respuesta eficiente.

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