El Papa que habló claro: legado y despedida de Francisco
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 21 de abril de 2025

La muerte del Papa Francisco, ocurrida a las 7:35 de la mañana del 21 de abril, pocas horas después del Domingo de Resurrección, marca un momento histórico de enorme peso simbólico y político.
Con 88 años, se despide quien fuera, sin duda, uno de los líderes más audaces, empáticos y humanistas que ha tenido la Iglesia Católica en tiempos modernos. Como primer pontífice latinoamericano, su figura rompió moldes desde el inicio: cercano a los pobres, crítico del poder, y dispuesto a enfrentar con valentía las contradicciones internas de una institución milenaria. Incluso para quienes, como el autor de este texto, no profesan la fe —como ateo, aclara— su legado resulta imposible de ignorar.
Francisco denunció sin titubeos los excesos del capitalismo, endureció las leyes vaticanas para castigar a los abusadores sexuales dentro del clero, mostró apertura al matrimonio homosexual, defendió la ampliación del rol de la mujer en la Iglesia y levantó su voz en los conflictos más sangrientos de nuestro tiempo.
Llamó con firmeza a la paz en Ucrania y condenó, sin ambigüedades, el genocidio del pueblo palestino. Su pontificado no se conformó con gestos simbólicos; buscó un cambio real, aunque muchas veces enfrentó la resistencia del propio aparato eclesiástico. Su muerte abre un paréntesis de incertidumbre: la Iglesia queda ahora ante una encrucijada que pondrá a prueba el rumbo que él comenzó a trazar.
Mientras el mundo inicia el duelo, el Vaticano se prepara para el ritual del cónclave. Los cardenales volverán a reunirse bajo los frescos de la Capilla Sixtina, y el mundo aguardará el humo blanco que anuncie un nuevo papa. Las tensiones internas del Colegio Cardenalicio serán determinantes: muchos de sus miembros fueron nombrados por el propio Francisco, pero no es seguro que su sucesor mantenga la línea progresista que lo caracterizó.
Más allá del ámbito religioso, Francisco fue una figura profundamente cultural. Cercano, espontáneo, con sentido del humor y pasión por el fútbol —“era fan de Messi y le gustaba el Barça”, nos recuerda el autor— logró ganarse el cariño de millones, incluso fuera del catolicismo. Su legado se medirá tanto en reformas concretas como en la esperanza que supo encarnar. Se va un papa que incomodó a los poderosos, abrazó a los excluidos y habló con claridad en un mundo habituado a los silencios diplomáticos.
Ahora, el trono de Pedro queda vacío, y con él, la responsabilidad de continuar —o detener— una transformación que apenas comenzaba.
Del perfil de Efe Lo, escritor y periodista