Repatriado cubano-alemán denuncia injusticia y confiscación tras su regreso a la isla
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 9 de agosto de 2025

Lo que comenzó como un proyecto de retorno y emprendimiento terminó en una pesadilla para Juan Carlos Hernández Mora, cubano con ciudadanía alemana que decidió repatriarse e invertir en su tierra natal. Hoy, asegura, ha perdido su libertad, su casa y su inversión, y vive bajo la sombra de una condena que califica de arbitraria.
Hernández Mora residió durante 12 años en Alemania, donde obtuvo la nacionalidad y trabajó como profesor de salsa. En 2008 optó por la repatriación, una figura legal que permite a emigrados recuperar derechos de residencia y propiedad en Cuba. Con capital propio compró una casa colonial en el centro de Trinidad y abrió un hostal que recibía grupos de turistas europeos.
“Extrañaba mis raíces y creí que podía prosperar aquí como lo había hecho en el extranjero”, contó a Martí Noticias desde la isla. Sin embargo, todo cambió en 2019, cuando fue arrestado y, al año siguiente, condenado a 12 años de prisión por proxenetismo, cohecho y fraude eléctrico, en un juicio a puertas cerradas.
Según el Código Penal cubano, el proxenetismo implica promover la prostitución con fines de lucro, aun sin coacción ni engaño, y puede conllevar penas severas. La sentencia incluyó a otros acusados, entre ellos la esposa de Hernández, pero todas las personas implicadas eran adultas y ninguna denunció haber sido forzada.
Tras la condena, el Estado confiscó la casa colonial y reubicó a su familia en un apartamento de construcción soviética en las afueras de Trinidad. “Perdí todo lo que construí. Fue como si de un día para otro me borraran la vida”, lamenta.
La abogada cubana Laritza Diversent, directora de Cubalex, afirma que el régimen ha utilizado históricamente cargos penales para despojar a propietarios de inmuebles valiosos, especialmente en zonas turísticas. “Desde los años noventa se observa un patrón: acusar a arrendadores de delitos graves para apropiarse de sus propiedades”, sostiene.
Hernández Mora fue liberado bajo libertad condicional en 2024, pero tiene prohibido salir del país hasta 2030, a pesar de conservar su pasaporte alemán. Aspira a solicitar una liquidación de condena o un permiso especial por razones humanitarias. “Solo quiero volver a Alemania. Me arrepiento profundamente de haber regresado”, afirma.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania confirmó a Martí Noticias que brinda apoyo consular al caso, pero evitó dar detalles para proteger la privacidad del implicado.
Este no es un hecho aislado. El empresario cubanoamericano Frank Cuspinera Medina, fundador del supermercado Diplomarket, permanece encarcelado en Cuba y ha denunciado tortura psicológica y manipulación judicial. También el español Armando Unsain, declarado comunista, perdió abruptamente una vivienda y un automóvil valorados en más de 400.000 dólares, sin explicación ni compensación.
“El mensaje es claro”, concluye Diversent. “En Cuba, la apertura económica tiene límites definidos por el control político. Hoy puedes ser bienvenido como inversionista; mañana puedes ser acusado y despojado de todo”.
(Con información del periodista Mario J. Pentón de Martí Noticias)